Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizSierra
TRABAJOS. Uno de los trabajadores perfila un listón de madera que será empleado para la construcción de un mueble. / A. R.
Sierra

El sector de la madera reclama más suelo industrial y ayudas a la creación de empleo

Medio centenar de empresas serranas concentra una producción que da trabajo a más de 250 personas y que factura ya 5 millones de euros cada año

ANTONIO ROMERO
Actualizado:

El sector del mueble y la madera cuenta en la Sierra de Cádiz con unas cincuenta empresas que se dedican a la producción artesanal de muebles, sillas y demás artículos de madera. Esta actividad se centra, fundamentalmente, en las localidades de Prado del Rey y El Bosque, aunque también se encuentran unidades productoras dispersas en otras poblaciones como Villamartín o Arcos. En Prado del Rey la producción se lleva a cabo desde hace algo más de un siglo, la mitad de la vida del municipio.

El sector se encuentra bastante disperso y desunido, en líneas generales, salvo en el caso de la Asociación del Sector del Mueble y la Madera de Prado del Rey, Aprema, en la que se están intentando aunar fuerzas para resultar más competitivos. Esto supone que los datos con los que se cuentan del sector, según manejan los propios productores, son fruto de la estimación que hacen los mismos. No obstante, entienden que puede contar con más de 250 trabajadores en la zona y una facturación superior a los cinco millones de euros.

La característica fundamental de los muebles y sillas serranos es que se llevan a cabo de manera casi artesanal y huyendo de la producción en serie. La mayoría de los clientes de estas empresas se encuentran en la provincia, sobre todo en la zona de Jerez, además de Sevilla, Málaga y Huelva. Una de las empresas, Muebles Yptuci, vendía sillas en Estados Unidos, pero «con la subida del precio del euro sobre el dólar, prácticamente hemos perdido ese mercado», asegura el gerente, Juan Ramírez.

La característica fundamental que destaca de los muebles serranos es que se hacen a medida de lo que desee el cliente. Cualquier comprador puede pedir los cambios que entienda oportunos en los modelos con el fin de adaptarlo al espacio del que dispone o los gustos que tenga. Todo ello, claro está, aparte de la calidad y el precio. «Son muebles hechos a mano, con la calidad que tienen los productos serranos y que están al precio que están: eso no se encuentra en ninguna gran cadena de producción», asegura Juan Manuel Orellana, propietario de Muebles Orellana.

El principal problema que afecta a las empresas del sector, fundamentalmente las de Prado del Rey, es la falta de espacio industrial para desarrollar su actividad. La práctica totalidad de las empresas requieren mayor amplitud para almacenar los materiales y los muebles acabados, así como espacio para exposición y los trabajos de producción. Este problema se agrava si se tiene en cuenta que la zona no cuenta con una zona industrial adecuada para acoger este crecimiento.

Los productores mantienen la idea de que la época de bonanza económica podría haber servido para que las empresas crecieran, aumentando también su número de trabajadores, y sin embargo tienen la sensación de que «ese tren ha pasado», asegura Francisco Ramírez de Inprasur. Además, solicitan a las administraciones que «no pongan tantos problemas para el desarrollo de las empresas».

Estos productores aseguran que pagan el peaje de encontrarse entre dos parques naturales. Desde Aprema aseguran que «la zona en la que nos encontramos se encuentra entre los Alcornocales y Grazalema pero no cuenta con un valor ecológico tan alto como para que no nos permitan poner ni un solo ladrillo en nuestras empresas para poder crecer», asegura el presidente de la asociación, Diego Calle. Por ello entienden que el municipio paga el peaje del parque sin obtener los beneficios, ya que al nor ser una zona central de los parques no se genera actividad turística. Un ejemplo de la falta de espacio es que los veinte asociados de Aprema cuentan con 8.000 metros cuadrados de instalaciones y entienden que necesitarían algo más de 14.000 metros.

La mayoría de los empresarios que se dedican a este sector en la comarca son empresarios autónomos que, además, cuentan con algunos empleados más. Para hacerse una idea de las dimensiones de la misma hay que tener en cuenta que una de las empresas más grandes, Inprasur, cuenta con 18 empleados.

Entre los proyectos de futuro que se plantean los empresarios del sector de la madera de la Sierra se encuentran la realización de campañas promocionales; la firma de un convenio con la Cámara de Comercio para crear una casa de oficios, que se espera que se concrete antes de final de año; la creación de una página web corporativa; la realización de cursos de formación, tales como el de barnizado dirigido a mujeres; y la firma de un convenio con la Consejería de Innovación para beneficiarse de los servicios de la Escuela de Empresas. No obstante, uno de los proyectos fundamentales que manejan los productores es el de la creación de un punto de recogida de residuos, para el que aún no tienen espacio, que permita que esta actividad se haga de manera conjunta y, por ello, se ahorren costos.

sierra@lavozdigital.es