Otra vez en la calle
Una noticia me golpeó la boca del estómago la semana pasada: un joven residente en Ceuta había sido detenido por agredir sexualmente a una menor jerezana de 14 años con la que había quedado por internet, dándose la vomitiva circunstancia de que el individuo en cuestión ya contaba con antecedentes penales por otros delitos de carácter sexual, varios de ellos cometidos también sobre niñas de esta ciudad. Entonces comentaba en este mismo rincón del periódico que no entendía cómo era posible que esa persona, que ya había coaccionado a otras menores de Jerez para conseguir que se desnudasen ante el ordenador y grabarlas y que había sido detenido por ello en enero, podía estar en la calle.
Actualizado: GuardarPues bien, resulta que el tipo ha vuelto a ser puesto en libertad. Con cargos, pero en libertad. Vamos, que está otra vez danzando por ahí a sus anchas mientras espera que la Justicia dicte sentencia. Qué quieren que les diga, pero cada vez lo entiendo menos. No sé si es culpa del juez de turno o de una Ley con demasiadas imperfecciones, pero creo que eso da igual. La cuestión es que parece evidente que supone un peligro y que le están dando todas las facilidades para que vuelva a agredir sexualmente a alguien o para que se dedique de nuevo a coaccionar a menores por internet para satisfacer sus impulsos más bajos.
Varios colectivos sociales pusieron el grito en el cielo días atrás. Entonces argumentaban más o menos lo mismo: que algo fallaba en nuestro sistema cuando este tipo estaba libre, a pesar de que apenas ocho meses antes ya hubiese sido detenido por algo parecido. Pero está visto que de nada ha servido. Efectivamente, algo falla.