Wanjiru da a Kenia el primer oro olímpico en maratón
El corredor africano se impuso en la carrera más rápida de la historia de los Juegos
Actualizado:Era el título que les faltaba, el del maratón, y en Pekín lo han conseguido. Hasta ahora se habían tenido que 'conformar' con las platas de Douglas Wakiihuri (Seúl 88) y Eric Wainaina (Sidney 2000), y el bronce de éste en Atlanta 96.
La cita olímpica la habían preparado a tope, hasta el punto de quedarse fuera del equipo fondistas como Luke Kibet, campeón del mundo en Osaka, por su fracaso en Londres (undécimo) y otros como Kipsang, Mutai, Kimeli y Rono, quienes esta temporada han corrido en 2h.06, salvo el primero que lo ha hecho en 2h.05. El acierto con la elección -Martín Lel (primero en Londres con un crono de 2h.05:15), Sammy Wanjiru (segundo en Londres, 2h.05:24) y Robert Cheruiyot, primero en Boston, 2h.07:46)- ha sido evidente.
El protagonismo lo acaparó desde el principio Wanjiru. Durante toda la carrera imprimió un ritmo demoledor y la remató a cuatro kilómetros para el final. La prueba de cómo se corrió está en la marca del ganador (2h.06:32) y del segundo clasificado, el marroquí Gharib (2h.07:16), en la que es ya el maratón olímpico más rápido de la historia. Hasta ahora sólo alemán Waldemar (Montreal'76) y el portugués Carlos Lopes (Los Angeles'84) habían corrido por debajo de 2h.10 (ambos en 2h.09).
Debacle española
En el kilómetro 15 ya se había seleccionado la carrera, con un grupo delantero en el que había siete africanos y Chema Martínez, descolgado definitivamente en ese punto. De ahí hasta el final, tirones constantes hasta que a falta de cuatro Wanjiru sentenció. Tras los reseñados Wanjiru y Gharib, el bronce fue para el etíope Kebede (2h.10:00).
Esta vez no hay que hablar de mala suerte respecto a los maratonianos españoles. Fue una cuestión de lógica. El ganador planteó una carrera para ganar en 2h.06 y los españoles no están preparados para hacerlo en menos de 2h.10. Ni siquiera hablaron de falta de adaptación, sobre todo en el caso de Chema Martínez, que llevaba un mes en Pekín. «La temperatura no ha sido determinante, que era la que yo quería, porque sabía que en condiciones normales esta gente es mejor que nosotros y es muy difícil. Al ritmo que han salido no tenemos posibilidades de nada. Lo he intentado y cuando uno intenta y da todo lo que tiene y pelea no se le puede pedir más», apuntó.
El madrileño fue decimosexto (2h.14:00), puesto del que culpa a su carácter ambicioso. «Si salgo de atrás adelante podía haber peleado un puesto de finalista, pero no me conformaba, he arriesgado y volvería hacerlo. Sé que me quedan pocas oportunidades de estar peleando con los grandes o de conseguir alguna medalla y si no lo intentas no lo vas a conseguir».
José Ríos, que acabó en el puesto 72 (2h.32:35), tampoco admite excusas. «Hemos fallado. Se ha salido muy rápido pero no hay excusas. Si ellos han corrido en 2h.06, ¿por qué no podíamos haber corrido nosotros en 2h.12?».