Un tren cargado con combustible ha explotado cerca de la ciudad de Gori en la principal línea de tren de Georgia, que atraviesa el país, en una detonación causada por una mina explosiva. AFP
portaba petróleo para los habitantes de gori

Estalla un tren cargado de combustible en la principal línea ferroviaria de Georgia

El Ministerio de Interior de Georgia asegura que militares rusos habían minado las vías antes de replegarse de la zona

TIFLIS Actualizado: Guardar
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Un tren cargado con combustible ha explotado en la principal línea de tren de Georgia, que atraviesa el país, en una detonación causada por una mina explosiva, según fuentes policiales y Gobierno georgianos, que señalan que las tropas rusas habrían minado las vías antes de replegarse de la zona. El portavoz del Ministerio de Interior, Shotá Utiashvili, ha explicado que el incidente tuvo lugar junto al poblado de Skra, donde los rusos, al retirarse de Gori el pasado viernes a Osetia del Sur, destruyeron un almacén de municiones arrebatado al Ejército georgiano.

Los servicios de emergencia Servicios de emergencia consiguieron desconectar 19 vagones y alejarlos del fuego, evitando otras posibles explosiones. La línea afectada atraviesa la capital, Tiflis, antes de dividirse en tres y recorrer hasta los puertos del Mar Negro de Poti y Batumi y en dirección suroeste antes de cortarse antes de la frontera turca. El primer ministro georgiano, Lado Gurgenidze, ha explicado que "el ferrocarril es vital, no sólo para la economía de Georgia, sino para las economías de los países vecinos".

El tren, que portaba petróleo para los habitantes de Gori, recorría la línea principal del ferrocarril que une el este y oeste de Georgia, una ruta vital para las exportaciones de crudo de Azerbaiyán hacia los mercados europeos. Las tropas rusas salieron el viernes desde Gori, un pueblo clave en el conflicto entre Georgia y Rusia por la provincia separatista de Osetia del Sur, tras una ocupación de 10 días. La explosión ocurrió cerca de una base militar georgiana abandonada.

Mientras tanto, la presencia de las tropas rusas en territorio georgiano continúa después de que Moscú no cumpliera con su promesa de retirarse de la zona de conflicto. El Ejército ruso entró en Georgia el pasado día 8 para proteger a la separatista región de Osetia del Sur de las tropas georgianas y, a pesar de que los militares rusos se replegaron en virtud del acuerdo de paz firmado por las partes, continúa la presencia de soldados en las llamadas zonas de seguridad en torno a las separatistas Osetia del Sur y Abjasia, un contingente que, según asegura Rusia, desarrolla una función pacificadora.

Polémica por las zonas de seguridad rusas

En el ámbito político, la polémica entre Moscú y Tiflis por las zonas de seguridad rusas en torno a Osetia del Sur y Abjasia ha salpicado hoy al mandatario galo, Nicolas Sarkozy, al desmentir el Kremlin unas declaraciones de la presidencia francesa de la Unión Europea. Según agencias rusas, la Presidencia francesa afirmó que Sarkozy, autor del plan de arreglo para Georgia, acordó por teléfono anoche con el líder ruso, Dmitri Medvédev, que las tropas de paz rusas en las polémicas zonas de seguridad serían sustituidas por misiones de observación de la OSCE.

Sin embargo, un portavoz del Kremlin ha declarado que tal relevo "no se planteó en la conversación" entre ambos mandatarios, sino que Medvédev simplemente confirmó a Sarkozy "la disposición de las tropas rusas de cooperar con la OSCE" en la zona de seguridad.

El mando ruso ha formado en torno a ambas regiones separatistas unas franjas de seguridad de 15 kilómetros de profundidad, donde ha instalado 36 puestos militares, 18 en cada una, a cargo de más 2.000 efectivos de las fuerzas de paz rusas en Abjasia y de otros casi 500 en Osetia del Sur. Tiflis denuncia que las franjas fueron creadas sin su consentimiento y que las tropas rusas mantienen bajo su control carreteras y zonas estratégicas del país, como el puerto de Poti, situado a 200 kilómetros de Osetia del Sur y a 60 de Abjasia.

Rusia mantiene el pulso en Georgia

Por otro lado, el primer buque de EEUU ha llegado con ayuda humanitaria a Georgia. El destructor estadounidense McFaul ha llegado poco antes del mediodía al puerto georgiano de Batumi, en el mar Negro, con artículos de primera necesidad para la población civil afectada por la ofensiva rusa.

Un representante de la organización humanitaria USAID (Agencia estadounidense para el desarrollo internacional) ha explicado de que el buque trasportaba colchones, mantas, medios de higiene y alimentos para la población damnificada, por un monto de 13 millones de dólares. Hoy llegan además a Batumi otros dos buques con ayuda de EEUU, aliado de Georgia que hace varios días ya había enviado al país caucásico un avión de transporte con urgente cargamento humanitario.

La acción norteamericana ha atraído los recelos del Ejército ruso, que había expresado con anterioridad su molestia por las maniobras navales que realizan en el mar Negro otros cuatro buques de la OTAN, entre ellos la fragata española Almirante Juan de Borbón. El mando militar ruso ha afirmado que "el aumento de la presencia naval de la OTAN agrava la situación" y ha expresado sus sospechas de que los buques estadounidenses en realidad transporten armas.

El viceministro de Defensa de Georgia, Batu Kutelia, ha preplicado que la OTAN "no es ninguna amenaza" y que los bueques "transportan a Georgia sólo ayuda humanitaria y asistencia para el restablecimiento de las infraestructuras civiles y militares destruidas por las tropas rusas".