Hermida no logra que la montaña reporte un metal para España
«Se me ha empezado a hinchar la cabeza. He tenido que abrirme, echarme a un lado», cuenta José Antonio Hermida. Su voz es como él: expansiva, inquieta, hiperactiva. Durante más de la mitad de la prueba de mountain bike, ha estado a una docena de segundos del bronce. «Hasta que saltó el termostato», lamenta. Ha llegado a la meta con el maillot destrozado, como mordido. «Me lo he arrancado, me ahogaba». Más de 40 grados en Laoshan. Respirando dentro de un microondas. «Y me he quedado atrás como un sapo». Lo comenta como con pena, pero al tiempo se ríe. Es así.
Actualizado:Ayer no pudo con el mejor biker de la historia, el francés Absalon (oro), ni con el otro galo, Peraud. Tampoco con Schurter, el suizo de bronce. De hecho, ayer le superó su relevo natural: Iñaki Lejarreta, octavo. «Pero a mí no me descartéis aún -avisa-, me queda munición hasta 2016». Hoy cumple 30 años, un día después de ser décimo en Pekín.