«Trabajé tres meses sólo para pagar el gasóil que me robaron»
A José Manuel le vaciaron el depósito de su camión antes de que iniciara una ruta, dejándole un roto de más de 700 euros
Actualizado:José Manuel Domínguez Barranco lleva quince años al volante de un camión, siete de ellos como autónomo. En este tiempo ha sido víctima de dos robos, el último de ellos ocurrido hace sólo tres meses en Jerez, cuando le dejaron vacío el tanque de combustible mientras descansaba antes de iniciar una ruta. Los cacos le pusieron en un serio apuro porque tenía que reunir más de 700 euros para poder volver a llenar el depósito. «Al final he estado tres meses trabajando sólo para pagar el gasóil que me robaron».
José Manuel y dos compañeros más habían buscado una solución a la falta de espacios seguros para estacionar sus vehículos. «Alquilamos una parcela en Lomopardo (Jerez) para dejar allí los vehículos. Una noche, entre las diez y las tres de la madrugada, los ladrones se llevaron el combustible de los tres vehículos que estaban aparcados. Robaron cerca de 3.000 litros de una tacada. Fueron muy rápidos y nadie les vio». En su caso, le habían dejado un roto de más de 700 euros. «Tuve que retrasar la salida para poder reunir el dinero. No tuve problemas para hacer el servicio, pero se podía haber dado el caso contrario, que la empresa no esté contenta con la demora y no te vuelva a llamar».
«No son ladronzuelos»
Al presentar la denuncia ante la Policía Nacional, supo que los cacos que se habían llevado el combustible no eran «unos simples ladronzuelos». «Además del robo que sufrimos nosotros, nos comentaron que habían protagonizado otros en localidades entre Sevilla y Jerez, y que estaban tras la pista de una banda profesional».
A la lista de gastos que le dejaron los delincuentes a José Manuel se añade la reposición del tapón que cierra el depósito, que le costó más de cien euros. «A mi me forzaron el cierre del taque y con una bomba extractora sacaron el gasóil». ¿Y cómo lo transportan? José Manuel descubrió que estos grupos organizados preparan sus golpes al milímetro. Si los que sustraen metros y metros de cableado eléctrico se ayudan de un todoterreno para arrancar los hilos y transportarlos hasta la chatarrería; los de gasóil se trasladan en vehículos a los que acoplan un remolque con un depósito donde es trasvasado el combustible.
El negocio con estos productos consiste en aprovechar su elevado coste para venderlo por debajo del precio oficial. La Guardia Civil ya ha sorprendido a varios vendedores con garrafas a pie de carretera. «Hemos visto como llegan a vender 25 litros a 10 euros, cuando debería valer en torno a los 30». José Manuel no perdió la oportunidad para reclamarle al Ayuntamiento de Jerez que les dejen utilizar los aparcamientos de la Ciudad del Transporte. «Sería un lugar tranquilo para aparcar, pero ante esta demanda ni nos contestan».