El Marquesado vive pendiente de la detención del asesino de Tamara

El pasado mes de julio dos personas armadas con escopetas mataron a disparos durante la madrugada a la joven de 19 años Tamara Leyton en la barriada rural de El Marquesado, en Puerto Real, y dejaron también heridas a otras cuatro personas, tres de ellas familiares directos de la difunta.

Al mediodía de ayer, varios de los vecinos, que tras los hechos ocurridos manifestaron estar muy asustados y preparados con la escopeta tras la puerta de sus casas, comentaban que la tranquilidad iba volviendo poco a poco en el núcleo rural, en el que viven alrededor de 400 familias, la mayoría con lazos familiares.

No obstante, conversando con vario de ellos, bajo la sombra de un árbol, en el local de la asociación de vecinos San Juan del Marquesado, señalaron que aunque esperan que los hechos no vuelvan a ocurrir, no comprenden como Policía y Guardia Civil, han dejado prácticamente de patrullar por la zona.

«Tras el triste suceso, por aquí se veían muchos policías y guardias civiles, pero ahora tan sólo de vez en cuando viene un coche con dos guardias que dan una vuelta y se marchan hasta los dos o tres días que no vuelven» señaló un hombre de edad avanzada.

«Estamos todavía un poco nerviosos pues no sabemos nada sobre la detención de los autores de los hechos, ya que la Policía no nos ha dicho nada y nos han llegado noticias de que parece ser que los mismos individuos están dando palos por ahí. De todas formas el paso del tiempo lo cura todo y ahora estamos más tranquilos», comentaron los vecinos.

Según otro de los vecinos, en Setenil de las Bodegas, dos individuos que parecían ser los mismos que mataron a la joven Tamara, se habían saltado un control de las fuerzas de orden público y habían escapado impunemente.

Otra de las cosas que comentaban los lugareños es que no se explicaban como era la Policía Nacional la que de vez en cuando más aparecía por la barriada en lugar de hacerlo la Guardia Civil.

«Los coches de la Policía Nacional no están preparados para andar por el campo, son efectivos para las manifestaciones de Astilleros y esas cosas, pero la que tenía que estar casi todos los días por aquí es la Guardia Civil, no vaya a ser cosa que esa gentuza vuelva a aparecer por nuestras casas», explicaban con aire de cierta desconfianza.

Otro tema de conversación fue la causa de la muerte de la joven Tamara. «No creemos que ninguna persona mate por una pequeña cantidad de droga, pues aquí existen algunos jóvenes que fuman de vez en cuando un porro, pero por eso nadie quita una vida. La chavala posiblemente fue asesinada por equivocación, porque no creemos que a una casa como esa, viniera nadie a robar», sentenciaron los vecinos.

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