
LaShawn Merritt doblega a un desconocido Wariner
El récord de Johnson sigue intacto tras una final que redime a Estados Unidos
Actualizado: GuardarSi a Michael Jonhson le preocupaba perder sus dos récords mundiales en 24 horas, puede estar tranquilo en ese aspecto. Su plusmarca de los 400 metros (43.18) seguirá en lo más alto del ránking por algún tiempo tras aguantar en pie el envite de los Juegos. Pero el mítico velocista estadounidense tiene motivos para estar inquieto respecto al resultado de la final de ayer. Su cliente y protegido Jeremy Wariner sufrió la derrota más dura en mucho tiempo, a manos de un LaShawn Merritt.
Se esperaba mucho del duelo entre estadounidenses, pero lo cierto es que la final se decantó claramente para Merritt en una recta que a Wariner se le hizo eterna. La amenaza al récord del mundo por parte del velocista de Irving se quedó en nada, debido a que Wariner ayer estuvo muy por debajo de las prestaciones que le llevaron a ser campeón olímpico y dos veces campeón mundial.
Al dominador de la vuelta a la pista en los últimos años le había salido esta temporada un duro competidor. Merritt ya le había avisado al ganarle en el mitin de Berlín y en los 'trials' estadounidenses, y ayer no tuvo piedad. Hasta los 300 metros la igualdad entre ambos se mantuvo, pero en los últimos cien metros la ventaja se disparó casi hasta el segundo en la línea de meta -43.75 por 44.74-. Un mundo entre ambos.
Para Merritt, nacido en Portsmouth (Virginia) en 1986, el de ayer resultó su día de gloria, al añadir al título olímpico su marca personal en la distancia. No ha sido fácil para LaShawn llegar hasta lo más alto del podio. Marcado en la infancia por la trágica muerte de su hermano mayor y referente Antwan -se cayó por la ventana de su habitación en la universidad-, encontró en el atletismo su válvula de escape en su primer año del instituto. A partir de ahí, su talento natural hizo el resto, para convertirse en el cuatrocentista que ha acabado con la hegemonía de Wariner. Pese a la rivalidad entre ambos, las buenas palabras imperaron tras la final. «Wariner es un gran competidor y sabía que tenía que hacer una gran carrera si quería ganarle». El campeón caído, por su parte, correspondió con elegancia. «Merritt ha corrido mejor que yo. Tengo que estar contento con la medalla», admitió. El duelo entre ambos promete nuevas y apasionantes entregas.