Compite y además gana
El barón Pierre de Coubertín pasó a la historia del olimpismo por su famosa frase de «lo importante es participar». Está claro que nuestros nadadores se lo han debido tomar al pie de la letra, porque se han limitado precisamente a eso en la piscina, o sea, a participar y con lo de moda que están las reclamaciones en los últimos tiempos no me extraña que alguno se hubiera quejado porque su calle era más larga.
Actualizado: GuardarPaquillo Fernández forma parte de ese elenco de deportistas españoles que además de ser competitivos ganan. Sin embargo, vaya desilusión que nos llevamos en la madrugada del sábado cuando se quedó clavado tras el tirón del ruso y de su amigo Jefferson Pérez. Pero seguro que en alguna próxima gran cita consigue algo relevante. Lo de Nadal ya es absolutamente asombroso. No es que sea competitivo es que va a terminar por conseguir que los demás no compitan. Algo parecido sucede con Gervasio Deferr, que suelo que toca lo convierte en plata o David Cal, el piragüista gallego que tomó la bandera de Deferr y seguro que nos va a dar alguna alegría. En el polo opuesto, a nivel individual, Manuel Martínez, un lanzador de peso que va a pasar a la historia como el máximo oledor de preseas, aunque de ahí a cogerlas haya un trecho. Está pensando en retirarse. Una lástima.
Pero hay ejemplos que llegan a lo más profundo por su significación, constancia y emotividad. Es el caso de Joan Llaneras, ese ciclista balear que va a engrosar la leyenda de oro de los deportistas españoles. El primer día corrió con su amigo Isaac Gálvez y se llevó el oro y ayer con Toni Tauler la plata. Es lo que tiene las olimpiadas. El trabajo de cuatro años sólo se sabe a ciencia cierta cuando se ve recompensado con el éxito. Aunque no siempre se reconozca. Como en la vida misma.