Máquinas durante la recolección de la uva en los viñedos de Jerez. /. J. R.
Jerez

Fedejerez insta a arrancar las 3.500 hectáreas que «sobran» en el Marco

La Federación de Bodegas insiste en que la situación en el sector es «insostenible» y aboga por la eliminación de viñas como solución a la crisis Amenaza con no calificar esta campaña si se mantienen las cifras y recuerda que «más del 35% de la producción es excedente»

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Encontrar una salida a la crisis del sector bodeguero es un reto que empresas y cooperativas llevan intentando alcanzar desde que las ventas de vino comenzaron a caer. Y es que la lucha por la supervivencia ha hecho que desde diferentes frentes se planteen soluciones que no acaban de convence a algunos. Una de las salidas a este problema que parece estancado fue planteada ayer abiertamente por el director general de Fedejerez (Federación de Bodegas del Marco de Jerez), Bosco Torremocha, quien, con contundencia, abogó por el arranque de «las más de 3.500 hectáreas de viñedos que sobran en el Marco».

Una postura que desde la Federación se argumentó insistiendo en que «la situación sectorial, con un tremendo desajuste entre la producción de uva y la comercialización de vino, se ve agravada progresivamente, lo que está llevándonos a una situación insostenible para el Marco».

Así las cosas, Torremocha aseguró no entender cómo «esta situación no cala entre los vinicultores». Para el director general, un ejemplo muy claro de este hecho son los datos que reflejan la petición de ayudas para el arranque de viñedos, ya que «los datos que manejamos actualmente nos reflejan unas cifras verdaderamente ridículas, y eso, sinceramente, nos lleva a pensar que no hay voluntad de acabar con los problemas reales que tiene nuestro sector».

Por ello, para la Federación, «de mantenerse la actual superficie, será prácticamente imposible que el Marco sea rentable y ante esta situación sólo hay una salida. Hasta ahora estábamos acostumbrados a que, a través de Fedejerez o la Junta de Andalucía, se buscasen fórmulas que pudieran aliviar la situación originada por el alto número de excedentes que se producen, que se pusiera un parche, pero ese tiempo ya ha pasado». Así, para el responsable de Fedejerez es más que evidente que hay que evitar por todos los medios repetir las cifras de años anteriores que sitúan en un 35% el excedente, ya que «las ventas rondan las 100.000 botas y se producen 140.000, por lo que sobran 40.000».

A pesar de todo lo expuesto, Bosco Torremocha llegó más allá y aseveró que «como ya se sabe, en el último Pleno del Consejo Regulador solicitamos que no se abordase calificación alguna en la presente campaña y que no fijaríamos ningún tipo de rendimiento hasta que no se conociera las hectáreas que se iban a arrancar en el Marco de Jerez. Han pasado 20 días y estamos en la misma situación». Ante ello, quiso dejar bien claro que «no vemos voluntad por parte de los vinicultores para solucionar este desajuste existente en el sector, algo que se deduce del número de solicitudes presentadas para el arranque, por lo que estamos pensando poner una calificación a la altura de de esta ridiculez o incluso no calificar nada esta campaña. No es posible que se siga contando con las bodegas para establecer acuerdo alguno en este tipo de condiciones».

Manzanilla y fino

Tras estas firmes declaraciones, el director general de la Federación de Bodegas quiso abordar otro de los temas que en los últimos meses ha enfrentado a este organismo con varias empresas del sector: la prohibición de envejecer fino en Sanlúcar. Y es que el proyecto de Reglamento del Vino que se aprobó con mayoría, pero sin unanimidad, por el rechazo de tres artículos que no son del agrado de las bodegas de Sanlúcar, los viñistas de Trebujena y la organización agraria COAG, ha sembrado la polémica.

Para Torremocha, «la manzanilla es el vino de crianza biológica que se hace en Sanlúcar de Barrameda y lucharemos por mantener esta denominación de origen. Si hay un estudio que determine que es posible mantener la crianza de fino y manzanilla con diferenciación clara en esta zona, nadie estará en contra de esta producción. Eso sí, hasta ahora no está demostrado que sean dos productos diferenciados, ya que las condiciones organolépticas de la zona conceden a los vinos de crianza biológica de Sanlúcar unas características especiales que los hacen diferentes a los finos».

Junto a estas declaraciones, desde Fedejerez se quiso volver a insistir en que «seguimos trabajando para llegar a un consenso total con todas las bodegas del Marco. Así que seguiremos negociando antes de enviar el Reglamento a la Junta de Andalucía».

braguilar@lavozdigital.es