Imagen del edificio cuyas obras están paralizadas. / VICTOR LÓPEZ
CÁDIZ

«La cuadrilla me debe los bocadillos y refrescos de julio»

Los impagos a los obreros que construyen la sexta fase de viviendas de Cerro del Moro no sólo ha perjudicado a sus familias, sino también a los vecinos realojados en Astilleros y el casco antiguo, que esperan «con ansiedad el término de los pisos para poder regresar a su barrio de toda la vida», según confiesa la presidenta de la asociación de vecinos de Cerro del Moro, Julia Sánchez Vaca.

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Gerónimo Recio Quintero, el propietario del ultramarinos Momo, instalado en la zona hace ocho meses, ha sido otro de los afectados de manera indirecta. «Los chavales no han cobrado y me deben los bocadillos, las Coca-Colas y las bolsas de patatas de todo un mes porque yo les fiaba. Yo sé que ellos no tienen la culpa y que también han sido víctimas de la crisis que afecta al sector», lamenta.

La construcción de esta sexta fase de viviendas se inició hace más de dos años, según la titular vecinal. «Los pisos deberían haberse entregado antes del verano teniendo en cuenta los plazos previsto y ahora con este nuevo problema las viviendas no estarán terminadas hasta el próximo años. Llevamos un retraso de seis meses. El disgusto de la gente es tremendo», dice.