El Trofeo y las barbacoas
Los pasados días 14, 15 y 16 de agosto se celebró la LIV edición del Trofeo Ramón de Carranza. Con este motivo se publicaron diversos artículos sobre cómo fue la creación del tan histórico trofeo y su forma de nacimiento. Como es justo que se le dé al César lo que es del César, quiero dejar constancia que la idea de la celebración del Trofeo nación en una reunión en la terraza del antiguo Hotel Playa de Don José Ramón Sánchez Pizjuán, a la sazón presidente del Sevilla FC y asiduo veraneante de Cádiz, y Don Juan Ramón Cilleruelo Montero, presidente del Cádiz CF, que acababa de ascenderlo a Segunda División, y Director de la Fábrica de Tabacos.
Actualizado: GuardarA estos dos buenos presidentes se les ocurrió que para darle un poco más de ambiente al veraneo gaditano sería estaba bien organizar un torneo futbolístico como el que ya entonces se hacía en La Coruña con el Teresa Herrera.
Esta idea se la expusieron al entonces alcalde José León de Carranza para que así se llevase entonces el nombre de su padre. La contestación fue que si tendría suficiente categoría este trofeo para que llevase dicho nombre. Más tarde se les dio la razón a los señores Sánchez Pizjuán y Cilleruelo.
Lo de las barbacoas ya es harina de otro costal, ya que nunca fue una cosa tradicional, sino que llegó después de la implantación de la democracia, por lo que es una cosa ya más reciente. Entonces el trofeo se hacía el último fin de semana de agosto y se celebraban dos partidos cada día, por lo que las comidas se hacían alrededor del estadio entre partido y partido. Entre otras cosas, en la playa no dejaban estar una vez que se ponía el sol. De esta forma alrededor del Estadio, ya que todavía quedaba algún terreno, se instalaban muchos chiringuitos para suministros de bebidas y bocadillos. Todo viene por aquello de no colgarles las medallas a quien no les correspondan, aunque más tarde lo lograran.