La vida al revés
La selección española vive una jornada atípica, con un solo representante en el 1.500 y dos en disco por primera vez en la historia
Actualizado:Tres españoles estarán en dos de las finales de la jornada de hoy, aunque con los papeles cambiados si antes de la competición hubiésemos hecho una apuesta de cómo repartirlos entre los 1.500 metros y el disco.
En la prueba reina del medio fondo, Juan Carlos Higuero será el único representante de la 'Armada' española, mientras que Mario Pestano y Frank Casañas competirán en la de disco, toda una novedad para nuestro atletismo.
Desde 1991 (Mundial de Tokio) España ha tenido casi siempre más de un atleta en la final de los 1.500 en la competición estrella de cara verano. Sólo en los Juegos de Barcelona, Atlanta y Atenas tuvo uno, aunque como se dice desde la Federación Española, el mérito es estar siempre presente, algo que muy pocos países lo pueden decir.
Dos características comunes tienen ambas finales: en cada una de las pruebas hay dos grandes favoritos, muy superiores teóricamente al resto, y la tercera plaza que queda vacante en el podio se presenta muy abierta, con los españoles pujando para esta subasta.
Ramzi-Baala en el 1.500
Sin Bernard Lagat en pista, eliminado en semifinales, los grandes favoritos para los 1.500 metros son Rashid Ramzi, de origen marroquí pero nacionalizado en Bahrein, y el francés Mehdi Baala. No en vano son los dos únicos atletas de los doce finalistas que han sido capaces de correr en menos de 3:30 y los que han mostrado una mayor soltura en las dos carreras anteriores.
Las dudas en la víspera son dos: ¿le pasará factura a Ramzi el ritmo frenético impuesto en sus dos apariciones anteriores? ¿será una carrera rápida, como la prefiere él, o más táctica para que Baala aproveche su potente final?
Respecto a la primera pregunta, Higuero piensa que podemos estar ante la nueva versión de Ramzi, lo más parecida posible a la del Mundial de 2005, en Helsinki, cuando ganó los títulos de 800 y 1.500 metros tras imponerse en las seis carreras que disputó en menos de una semana.
Respecto a la segunda, lo que sí tiene claro el burgalés es que él no va a tomar la iniciativa -lo hizo Casado en la semifinal del domingo ante todos los grandes de la carrera y lo acabó pagando con el undécimo puesto- y que va a esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
«Está claro que yo no tengo tanto bagaje como Ramzi o Baala, pero intentaré hacerlo lo mejor posible y estar lo más arriba posible, pero la responsabilidad es de otros». Personalmente, Higuero prefiere un ritmo un poco más vivo «porque así se limpia más la carrera y no hay tanta suciedad en el grupo», declaró el burgalés tras lograr el pase a la final.
Ramzi y Baala parecen superiores al resto. Para la medalla de bronce están un peldaño por delante los kenianos Choge (3:31.57 este año) y Kiprop (3:31.64), y el marroquí Iguiderr (3:31.88). Pero las diferencias no son significativas.
No estábamos acostumbrados a ver dos españoles en una final olímpica (ni en ninguna) en disco. Y menos aún que uno de ellos, en este caso Mario Pestano, haya llegado a la misma con el aval de tener la tercera mejor marca de la temporada (69,50 metros), lo que le da esperanzas de estar luchando por alcanzar el podio olímpico.
Sabedor de que está en condiciones físicas, la pregunta es saber si también lo está mentalmente y no se bloquea como lo hizo el año pasado en el Mundial de Osaka donde, según él, el miedo a hacerlo mal y perder la beca le hundió.
En esta prueba, los dos grandes favoritos son el estonio Kanter (71,88) y el lituano Alekna (71.25). Cinco atletas se llevan con Pestano un metro, con lo que a priori, la lucha por el bronce se presenta apasionante. Casañas, en su debut como español no está entre los favoritos, aunque en su honor hay que decir que se clasificó con la cuarta mejor marca de los participantes.