Euro-estrés
He leído en Internet en una página científica que desde la llegada del euro en la sociedad española ha aumentado de forma alarmante la depresión, el estrés, la angustia, la ansiedad, el insomnio, la soledad y el mal genio. Trastornos todos provocados por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas y psicológicas a veces, con situaciones muy graves. Vamos; que desde la llegada del euro no damos pie con bola y nuestra salud peligra.
Actualizado:No es de extrañar, basta con observar a nuestro alrededor para comprobar sin grandes esfuerzos que vivimos inmersos en una sociedad altamente consumista y derrochadora que por mucha matemática que emplee no le sale las cuentas y el final de mes se convierte en un calvario y en una decepción crónica. Queremos tener de todo y que nada nos falte porque así se lleva y así se entiende. Vivimos entrampados hasta la coronilla, y encima, visitando a siquiatras y psicólogos.
La calidad de productos básicos es cada vez mero marketing y la mercadotecnia deshumanizada no entiende de salud por mucho que se esfuerce en demostrar las bondades y cualidades del producto omitiendo en sus etiquetados cualquier tipo de aditivos o sucedáneos que son nocivos para el consumidor. Dicen que las comparaciones son odiosas pero yo me voy a atrever hacer algunas aunque pertenezcan a otros tiempos, desde luego, con menos estrés y mucho menos depresión.
Es que los huevos saben como los de antes? Y las frutas? Hoy todo sabe a frigorífico, a humedad, a nada. La comida basura ha sustituido al garbanzo con acelga o con bacalao, a la sopa de tomate, el pescado en sobreusa, y otras tantas comidas caseras que han quedado en el olvido en una sociedad opulenta, entrampada y sofisticada que vive de cara a la galería presumiendo de lo que no tiene imitando a los pudientes. El resumen es; que la llegada del euro ha afectado al bolsillo y a la salud.