Turistas en el hotel más cercano de la primera explosión. / EFE
ANDALUCÍA

¿Comando itinerante o bombas temporizadas?

Las hipótesis que se manejan sobre las dos bombas que estallaron en la Costa del Sol son que fueron obra de un comando itinerante o que los artefactos llevasen varias semanas ocultas y estaban programadas para este 17 de agosto.

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Expertos de la lucha antiterrorista no creen que ETA tenga infraestructura en la región o que cuente con un comando en la zona desde hace semanas. El estallido de una bomba similar a las de ayer en Torremolinos el 29 de julio no contradice la afirmación. Nada indica que los que colocaron aquel artefacto se oculten desde entonces en Andalucía y hayan estado 19 días sin actuar.

La fórmula del comando itinerante que se desplaza desde el País Vasco o el sur de Francia a la costa mediterránea para sembrarla de pequeños artefactos y regresa al punto de origen ha sido la más usada en los últimos años. Estas actuaciones han solido ser obra de legales (no fichados) que aprovechaban vacaciones, fines de semana o puentes. Las mismas fuentes no descartan que se trate de una nueva incursión de los terroristas que estuvieron hace tres semanas en Torremolinos.

La hipótesis de las bombas colocadas en lugares discretos -bajo un montón de tierra, en una mediana de autovía o en una arqueta- y programadas para estallar con semanas de antelación ya ha sido usada en otras campañas estivales.

Los agentes no olvidan que tras la captura del comando Vizcaya, el 22 de julio, huyeron Asier Borrero y Aitor Artetxe, y que el primero tenía que ir con el jefe del comando, el encarcelado Arkaitz Goikoetxea, el pasado 15 de agosto a Granada para una cita con la banda e iniciar una campaña de atentados en Andalucía.