La vendimia como reclamo turístico
Agronatura pondrá en marcha el día 20 un nuevo producto de turismo enológico basado en la elaboración del vino
Actualizado: GuardarAunque el vino siga siendo uno de los principales productos de esta tierra, son muchas las costumbres que con el paso de los años se van abandonando. Los orígenes de Jerez se sitúan en las viñas, espacios donde la vid deja nacer la uva para despúes obtener el vino. Agronatura es una asociación que presenta propuestas para incentivar la conservación de estas tradiciones, y su trabajo está dedicado al fomento del turismo agrario. Y por eso, tras muchos años de oferta de diferentes actividades, como el alojamiento rural y la participación en distintas tareas vinculadas al mismo sector, esta asociación lanza un nuevo producto dedicado al fomento del turismo enológico.
Vive la Vendimia es el lema con el que han dado a conocer esta nueva oferta que permitirá a los visitantes, a partir del 20 de agosto, observar y participar de una forma activa en la elaboración del vino. Así, durante toda una jornada se podrá disfrutar de varias viñas de Jerez para conocer de una forma diferente el nacimiento de estos caldos del Marco, una iniciativa inédita en la zona pero que otras denominaciones de origen ya están desarrollando. «Aquí lo que falta es el impulso, porque tenemos la tradición más antigua de visitas en bodegas», comenta Pepe Martín, propietario de la Viña La Constancia.
La nueva actividad consta de una explicación didáctica inicial sobre la viticultura de la comarca, los procesos de elaboración y la crianza de los vinos. Posteriormente, el grupo de turistas podrá participar en la vendimia propiamente dicha y, finalmente, disfrutarán de un almuerzo en la explotación. La hora de comienzo es a las 10 de la mañana y el precio por persona de 40 euros. Además, se pretende lanzar más productos relacionados con la viña, como es la ruta en bicicleta o la ruta a caballo, entre otros.
Prácticamente todas los viñedos del Marco de Jerez participan en este proyecto, como son La Constancia, Vistahermosa, Alcántara, La Torre, La Carreña, La Esperanza, Calderín del Obispo o El Barrosillo. Toda una serie de viñas familiares, en definitiva, que permitirán dar a conocer este trabajo después de todo un año de esfuerzo.
En cuanto al perfil de los visitantes, los impulsores estiman que en esta época del año acudirán más personas procedentes del extranjero. «En estas fechas suelen venir como un 70% de extranjeros y un 30 % de nacionales, pero a partir de la llegada del invierno es al revés. Las estancias sí son más largas ahora», explica Gabriel Campuzano, director de marketing de Agronatura.
La organización de la actividad permitirá la variedad de los servicios según el caso. En principio, los grupos serán mínimo de 10 personas y máximo de 15, aunque «si hay un grupo de más gente también se puede estudiar, pero entre 10 y 15 sería el número ideal», aclara Gabriel. Lo mismo ocurre con el almuerzo, pues en algunas viñas se hará en salones de los que dispone el lugar, y en otros casos, en ventas y restaurantes cercanos. Sin embargo, la riqueza de estas actividades no cuenta con la misma demanda siempre, pues, como explica Gabriel Campuzano, «últimamente, no sé si será por la crisis, hemos tenido un bajón de ocupación». Además, «el éxito de estas actividades no es del 100%, pues la media andaluza anual de ocupación de una casa es de 100 días, aunque lo importante es que el público esté contento», explica.
Por el momento, se trata de un producto novedoso que se enfrenta a un futuro incierto, no obstante, «la ruta de la viña no acaba con la vendimia, después se pueden visitar otras faenas posteriores», concluye Gabriel.