CLIENTELA. Una de las heladerías ubicadas en el centro histórico de Jerez. / T. SÁNCHEZ
Jerez

Refrescante sabor a verano

La oferta de helados en verano aumenta y cada vez es mayor la variedad de gustos en los establecimientos

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Chocolate, vainilla, fresa..., los sabores más tradicionales se enfrentan a la nueva oferta para los gustos más originales y extrovertidos del momento. De esta manera, cada vez es más frecuente encontrar en los establecimientos de verano una carta cuyos sabores y mezclas de estos postres dejan a más de uno estupefacto.

Sin embargo, aún son muchos los amantes de estas delicias que prefieren seguir disfrutando de los sabores de toda la vida. Es lo que le ocurre al joven Víctor Díaz Sánchez-Romero, ya que, según nos cuenta, «me quedo con el profundo sabor de la vainilla clásica, pues es lo que realmente me gusta a la hora de tomarme un buen helado en verano», explica.

Por su parte, Juan Manuel García es otro de los que optan por lo clásico. «Me gusta probar algún nuevo sabor, pero al final siempre me decido por un helado de siempre», comenta Juanma.

Época de calor

La venta de estas delicias tienen su punto culminante en verano, sobre todo durante el mes de agosto. Natalia reconoce que sus clientes prefieren sabores de siempre, tanto los peques como los más mayores, además «las ventas se disparan en verano, sobre todo los días entre semana», añade la joven.

No obstante, a veces no viene mal disfrutar de una buena copa de helado aunque el tiempo no acompañe. Es lo que opina Rocío Delgado, una joven amante de estas delicias en cualquier fecha.

La ubicación de la venta es uno de los factores más relevantes a la hora de definir las costumbres de los jerezanos. Es lo que le ocurre a la zona céntrica de la ciudad. «Concretamente aquí en esta heladería las ventas son mayores entre semana, pues los sábados y domingos n hay mucha gente por aquí», comenta Ainara, dependienta que confirma que los más pequeños se arriesgan con los sabores más novedosos y llamativos como el draculín o el sabor a chicle.

En invierno, normalmente la cosa cambia, pues el tiempo no acompaña al consumo de helados, no obstante, siempre hay alguno que se atreve a disfrutar de un buen helado incluso en días más nublados.