El dólar resurge al dar la crisis una tregua a Estados Unidos mientras se ceba en Europa
La zona euro ya roza la recesión, una amenaza que la economía norteamericana ha logrado sortear
Actualizado:La crisis financiera que se originó hace un año en Estados Unidos por las hipotecas de alto riesgo -subprime- se muestra ahora más virulenta con Europa. Todas las esperanzas depositadas en que el Viejo Continente pudiera mantenerse en pie mientras caía la economía norteamericana se han esfumado. Más bien al contrario, la primera potencia mundial está haciendo gala de una sorprendente capacidad de maniobra para sortear una tormenta que ha logrado tumbar de un sólo golpe a la zona euro. Los datos del segundo trimestre así lo reflejan, lo que ha impulsado la recuperación del dólar frente al euro. El billete verde, que a finales de abril se hundió hasta cambiarse a 1,6 unidades, cotiza en la actualidad en el entorno de 1,47, un nivel que perdió en febrero. Este resurgimiento está reduciendo la especulación en relación al petróleo y facilitando una corrección de su precio, motivada por las perspectivas de un menor consumo a escala mundial. El barril de Brent se ha abaratado un 25% desde máximos hasta quedar en 111 dólares.
Los expertos reconocen que la subida del dólar, aunque esperada, está siendo demasiado rápida y creen que puede frenarse en el corto plazo. Pero entienden que este brusco movimiento de las divisas es una lógica respuesta a los datos conocidos esta semana. Según el último informe de la oficina europea de estadística, el Eurostat, la economía de la zona euro se contrajo dos décimas en el segundo trimestre, lo que supone el primer recorte del PIB de su historia. Este descenso le coloca en las puertas de la recesión, que se materializaría si encandena un tercer trimestre también con crecimiento negativo. Mientras, Estados Unidos, que en teoría debería ser la zona más afectada por la crisis, sorprendió a propios y extraños con un crecimiento de cinco décimas entre abril y junio. Hasta el momento ha logrado escapar de las garras de la recesión y su peor registro se limita al crecimiento cero de finales de 2007.
El plan de Bush
Los analistas advierten de que el repunte de la economía norteamericana es engañoso. «Responde al plan de devolución de impuestos de George W. Bush, que ha puesto 100.000 millones de dólares en manos de los consumidores desde abril», apuntan en ING. Una vez se agote este efecto, concluye el banco holandés, no quedará nada con que estimular el gasto, con lo que es previsible que vuelvan los datos negativos de crecimiento económico.
En Intermoney, por contra, son más optimistas en relación a la resistencia de la economía estadounidense. «Existe la percepción de que van a conseguir salir antes del agujero por su capacidad de adaptación», señala Luis Cuadrillero. Este experto recuerda que todavía hay situaciones alarmantes en Estados Unidos como algún distrito en Detroit en que el «un coche vale más que una vivienda» tras tres años de crisis inmobiliaria. Pero, a su juicio, la primera potencia mundial cuenta con resortes para salir adelante y, en caso de confirmarse esta recuperación, «sería un buen momento para apostar por la Bolsa norteamericana».
Lo que está fuera de toda discusión es que Europa se ha caído y tardará en levantarse. «En España, Francia e Irlanda han confluido el cambio de ciclo interno por la crisis inmobiliaria con las restricciones crediticias, lo que ha constituido un duro revés», explica Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). En estos tres países los precios de la vivienda subieron incluso más que en Estados Unidos en la etapa del boom, por lo que es lógico que ahora resulten penalizados. Otro caso distinto es el de Alemania, que no se dejó llevar por la fiebre del ladrillo, pero su economía también ha entrado en terreno negativo al pararse su principal motor: las exportaciones.
En resumen, se puede concluir que el cóctel del petróleo caro, la revalorización del euro, la subida de los tipos de interés y las restricciones crediticias por la crisis de las subprim' ha sido mortal para Europa. Por esta razón, los analistas auguran un progresivo fortalecimiento del dólar, aunque consideren que su subida se ha agotado en el corto plazo. Tanto el servicio de estudios del BBVA como Merrill Lynch sitúan el tipo de cambio en el 1,4 para el año que viene. En cuanto al petróleo, el banco vasco estima que seguirá abaratándose hasta colocarse en los 106 dólares a finales de este ejercicio.