Ruano y Medina se ganan un metal
Las españolas derrotan a las anfitrionas y se jugarán el oro ante las poderosas hermanas Williams
Actualizado: GuardarContra una de las mejores parejas del mundo y en campo enemigo, Anabel Medina y Virginia Ruano lograron ayer su pase a la final del torneo de dobles femenino, que es como decir que se aseguraron la medalla de plata y que pelearán por la de oro contra un dúo temible, el formado por las hermanas Williams. El tenis español en estos Juegos, por tanto, ha resultado ser algo más que Nadal, por mucho que el naufragio de casi toda la Armada el primer día de competición hiciera pensar lo contrario.
La opción de Medina y Ruano siempre ha sido muy firme. No había que olvidar a las últimas campeonas de Roland Garros en una competición de dobles cuyo nivel no ha podido ser más alto en Pekín. Un dato lo deja claro: las cuatro parejas que disputaron las semifinales han ganado algún Gran Slam.
Antes del partido que les llevó a la final, en los corrillos de analistas, entendidos y pronosticadores la pareja contaba con un factor a su favor y otro en su contra.
El primero era la falta de frescura de las chinas, que acabaron su extenuante duelo de cuartos contra las rusas Safina y Kuznetsova más allá de las tres de la madrugada. Y el segundo, el negativo, era el ambiente de la pista 1 del complejo de tenis del Parque Olímpico, a rebosar de una hinchada local entusiasta que no iba a dejar de repetir dos gritos de ánimo que ya resultan familiares en los Juegos: el famoso 'jia you' que se escucha en todas partes y que es una expresión de aliento china que se traduciría como 'añade combustible', y el más convencional 'Zhongguo ren'. Ánimo China, para entendernos.
A la hora de la verdad, tuvo más peso la falta de chispa de Yan Zi y Zheng Jie que los fervores de la grada, contrarrestados por un reducido pero entusiasta grupo de aficionados españoles. Las chinas ofrecieron una de sus versiones más mediocres. Medina y Ruano, en cambio, jugaron a un gran nivel y supieron leer el partido jugando con bolas altas que hicieron mucho daño a las chinas. El primer set de las españolas, ambas muy sólidas con sus servicios, fue impecable.
Las anfitrionas estuvieron siempre un escalón por debajo. Ni llegaron a forzar un 'deuce' al resto, obsesionadas con pegar palos y jugársela. Parecía claro que, de caer de algún lado, el break iría para España y así fue. Fue en el séptimo juego, jugado muy bien por la madrileña y la valenciana.
Ese 4-3 a favor era un tesoro y Ruano y Medina lo exprimieron al máximo hasta hacerse con el set. El pasaporte para la gran final parecía una tarea fácil. Ruano y Medina no se dejaron intimidar. Todo lo contrario. Con 5-4 todavía en contra, para asombro de todos los presentes, la valenciana se sacó de la chistera dos 'aces' consecutivos. No había hecho ninguno hasta entonces. Las chinas no lo resistieron. Un error de Zi selló el pasaporte para la final de la pareja española. Y nadie pudo poner ningún reparo. Fueron superiores. Hoy les espera la cara norte del K2: Venus y Serena.