Bush endurece el discurso
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha vuelto a opinar sobre el conflicto desatado entre Georgia y Rusia mostrando su frontal rechazo a la manera en la que el Kremlin ha encauzado esta guerra de cinco días. El inquilino de la Casa Blanca lanzó duras críticas y acusó a Moscú de «intimidación» y de dañar su postura internacional al enviar su Ejército a territorio georgiano.
Actualizado:En su reprobación, no ha dudado en calificar a Moscú de 'matón' al ordenar esta operación a gran escala. Pese a estas graves imputaciones, Bush ha expresado su deseo de mantener buenas relaciones y no regresar a la situación de la guerra fría. «A América no le interesa una relación enfrentada con Rusia y a ellos tampoco les interesa enfrentarse con EE UU».
Esta denuncia la hizo, según el mismo presidente, porque es inaceptable este tipo de conducta «para dirigir la política exterior en el siglo XXI».
Credibilidad dañada
Una opinión que el mandatario comparte con la línea que apuntó el jefe del Pentágono, Robert Gates. «Con sus acciones en los últimos días Moscú ha dañado su credibilidad y sus relaciones con las naciones del mundo libre», prosiguió Bush, que lanzó estas acusaciones antes de salir hacia su rancho de Texas, donde pasará unos días de vacaciones. Un descanso que no evitará que se mantenga al día de cómo se desarrollan los acontecimientos en el Cáucaso, ya que estará en permanente contacto con la jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice.
Pero antes de su marcha instó a Rusia a modificar su comportamiento, ya que a su juicio daña su imagen internacional. «Para reparar las relaciones con EE UU, Europa y otros países, y para recuperar su lugar en el mundo, debe respetar la libertad de sus vecinos», añadió.