Unidos por la experiencia
JerezActualizado:Llegados cada uno de una región de Italia, a estos cinco jóvenes les ha unido un destino común, porque todos son ganadores de la beca Leonardo. Ninguno de ellos se conocía anteriormente, pero, sin embargo, ahora viven bajo el mismo techo como una gran familia, gracias a una iniciativa que les ha traído este verano hasta Jerez, donde ahora comparten el día a día.
Son tres chicos y dos chicas los que han tenido la oportunidad de disfrutar de las ventajas que ofrece esta beca. Tras un mes y medio en la ciudad, ya hablan español casi a la perfección, conocen cada rincón de Jerez como si llevasen toda la vida aquí y trabajan en sus respectivos puestos como auténticos profesionales, metidos de lleno en el ambiente laboral.
Bajo el mismo techo tiene cabida un amplio abanico de titulaciones, desde Antropología hasta Ciencias Políticas, pasando por Recursos Humanos, Ciencias Ambientales o Diseño Gráfico. Cada uno experto en lo suyo, desarrollan distintos puestos de trabajo en Jerez a lo largo de este verano.
Todos están viviendo durante estos meses una experiencia inolvidable, según reconocen ellos mismos, tanto para su vida profesional como a nivel humano.
Muchos de ellos ya habían estado en España en otra ocasión, bien sea estudiando con la beca Erasmus o simplemente por viaje de placer. Eso sí, ninguno había estado anteriormente en Jerez, ciudad de la que aseguran que se han llevado una muy buena impresión. Y que parece que llegaron con prisas por repasar cada rincón y conocer hasta el más mínimo detalle del lugar y, sin duda alguna, han conseguido en mes y medio conocer la ciudad más y mejor que muchos de los propios jerezanos.
Cada uno de ellos se encuentra trabajando en un puesto relacionado con su titulación, y todos aseguran estar «muy contentos con el ambiente laboral y con los compañeros». Dicen encontrarse «satisfechos con la labor que están realizando y a la vez aprendiendo mucho con estas tareas, además, por supuesto, del idioma», al cual parece que todos se han adaptado inmediatamente y dominan casi como si fuera su lengua natal. Sin duda alguna, ellos han roto las barreras del idioma.
En el tiempo que llevan en la ciudad, reconocen que sienten que se conocen desde siempre. No en vano, juntos han emprendido viajes por toda la provincia y han peinado Andalucía de cabo a rabo. Así, unidos por las circunstancias, se han convertido en una gran familia, en la que cada uno de ellos encuentra el apoyo necesario cuando hay problemas y una buena compañía cuando hay ganas de fiesta.
Pero la aventura, por desgracia, se acaba para estos chicos y chicas el 9 de septiembre, y toca volver a casa. Sin duda, el peor momento para ellos, el de la despedida, en el que todos tendrán que abandonar su hogar en Jerez. Lo que queda claro al oirles hablar es que esta experiencias ha cambiado sus vidas.