JEREZ

Aumentan los jóvenes europeos que eligen Jerez para sus prácticas

Jerez Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Vienen básicamente de Francia, Suecia, Portugal, Italia, Alemania, Turquía, Bulgaria, Rumanía, Finlandia y Polonia. Tienen una edad media de entre 22 y 23 años y están generalmente licenciados. Éste es el perfil medio de los 96 becarios que a principios de año llegaron a Jerez para trabajar de prácticas en empresas de la ciudad y de toda la provincia como parte de la conocida beca Leonardo da Vinci.

El Proyecto Leonardo es una de las iniciativas más importantes de la Unión Europea que permite a miles de jóvenes europeos mudarse por una temporada de tres o seis meses a un país extranjero para realizar prácticas laborales. Y cada año son más las chicas y chicos que eligen Jerez para completar esta experiencia, convirtiendo esta ciudad en una realidad más cosmopolita.

La organización que se encarga de gestionar esta beca en Jerez es la AELV (Asociación Amigos de Europa Leonardo da Vinci), una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1998 y que ya ha acogido desde 2001 a más de 500 jóvenes de todas partes del continente, ofreciendo un servicio de tutoría para las chicas y los chicos que llegan aquí y para los que parten de España a otros puntos de Europa.

Los trabajos que estos chicos realizan deben tener siempre relación con los estudios que han realizado, así como reflejar sus objetivos profesionales y sus sueños para el futuro. Los sectores de empleo son de lo más diverso, abarcando desde el medioambiente hasta ingeniería, pasando por el sector audiovisual, la geología, la enfermería o los asuntos sociales, y todo eso en empresas privadas, periódicos, ONGs, ayuntamientos, diputaciones...

«Generalmente, las empresas quedan muy contentas y satisfechas con el trabajo de los becarios extranjeros», afirma José Manuel Daza, responsable de AELV. Si este tipo de prácticas es naturalmente una experiencia enriquecedora para los jóvenes, puede representar también una ocasión de crecimiento profesional y humano para la empresa misma, una manera para entrar en contacto con otras competencias, culturas, habilidades y conocimientos.

Sólo este verano están disfrutando de una beca Leonardo en Jerez una treintena de chicas y chicos provenientes de Italia y Turquía, y hasta el final del año se prevé la llegada de otro centenar de becarios de diferentes partes de Europa.

La beca se compone de dos períodos. Las primeras tres semanas, los chicos tienen que frecuentar un curso de idioma, durante el cual empiezan a entrar en contacto con la ciudad y conocerse también entre ellos. El segundo período ve a los becarios enfrentarse a las diferentes prácticas. Para la mayoría ésa representa la primera verdadera experiencia de trabajo, y la beca Leonardo, una puerta privilegiada para entrar en él.

Naturalmente, el proyecto no significa sólo trabajar y estudiar. Mudarse a una nueva realidad significa también conocer nueva gente, salir por la noche, ir de paseo o a la playa; en pocas palabras, vivir la ciudad. «La integración no ha sido nunca un problema, todos se han quedado siempre muy contentos de la estancia en Jerez, de la calidad de vida y de la gente acogedora y amable», explica Daza.

Se trata para todos, en resumidas cuentas, una experiencia extremadamente positiva para los jóvenes becarios y para la ciudad entera, que de esa forma abre sus puertas y se vuelve cada vez más europea, conservando al mismo tiempo sus tradiciones.