La milicia separatista y los rusos, a la caza de los georgianos

Las 'fuerzas de paz' rusas y la milicia separatista de Osetia del Sur han decidido cobrarse su venganza personal por el ataque que el pasado jueves perpetraron las tropas georgianas contra la ciudad de Tsjinvali y hacer negocio de paso. Un acuerdo de cese de las hostilidades como el alcanzado el martes suele llevar parejo el intercambio de prisioneros, pero no parece que esté siendo así en el caso actual.

Soldados rusos, paramilitares y combatientes osetios buscaban ayer por toda Osetia del Sur soldados georgianos perdidos de sus unidades e incluso civiles. Numerosas familias georgianas denuncian haber recibido llamadas conminando a pagar rescates a cambio de la libertad de sus parientes.

El canal de televisión ruso NTV mostró ayer imágenes de cómo fuerzas rusas inspeccionaban edificios y vehículos para detener a los «posibles francotiradores georgianos».

Muchas de esas personas, según indicó la embajada georgiana en Moscú, desaparecen mientras otras son entregadas a la Fiscalía General de Rusia, cuyos investigadores, ignorando completamente las convenciones internacionales, han montado un operativo en Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte, para interrogarles y acusarles de «crímenes de guerra». La Fiscalía rusa dice actuar con el objetivo de documentar el «genocidio» llevado a cabo por las tropas georgianas para iniciar las diligencias pertinentes.

Un representante del organismo judicial ruso declaró que «el Código Penal contempla la opción de incoar expedientes contra personas que hayan cometido crímenes en el extranjero contra ciudadanos rusos». La mayoría de los surosetios tienen nacionalidad rusa.