La era del hip-hop
Cádiz Actualizado: GuardarPantalones anchos, camisetas dos tallas más grandes, muñequeras y algún que otro accesorio colgado al cuello son signos de identidad de los que se definen hip-hoperos. Sin embargo, la apariencia no lo es todo. El verdadero movimiento va mucho más allá.
En el apartado musical, el rap es el rey indiscutible. Versos sociales o violentos, los conocidos como gangsta rap, son recitados por el Maestro de Ceremonias o MC, según la jerga de este mundillo. Siguiendo su ritmo, el DJ acompaña con sus mezclas las letras irreverentes del rapero. La Mala Rodríguez, Violadores del Verso o Tote King suenan sin tapujos en el panorama musical español. Una prueba más del potencial de este estilo creado en el Bronx.
Pero que sería de este mundo de gorras y capuchas, de rimas y platos de mezclas, de graffitis y murales, sin una danza propia. El breakdance, no apto para cualquier bailarín, se ha ganado un espacio propio dentro de este mundo. Lo que comenzó siendo una demostración de habilidad entre bandas rivales es hoy en día el complemento perfecto del rap. Más que un baile, una forma de vida. Quienes lo practican gozan sobre todo de una excelente forma física. Movimientos aeróbicos, pasos de funky, toques marciales y mucha destreza en piernas y brazos, hacen del breakdance un completo pasatiempo. En Europa, destacan competiciones como la Battle of the Year y la UK championship, y en Estados Unidos mueve masas el Freestyle Session y la competición internacional Red Bull BC One.
Pero sin duda, entre sus expresiones culturales más llamativas, además de las rimas, están los graffiti. Obras de arte para algunos, vandalismo callejero para otros, estos dibujos y firmas en paredes, autobuses o trenes han pasado de ser meras declaraciones de amor o frases de protesta a auténticos murales de color, llenos de intención y expresividad. Lejos quedan ya los objetos punzantes y los rotuladores para dejar una huella en los asientos del autobús. El aerosol, allá por los 80, abrió el abanico de posibilidades para estos artitas de la calle que cada vez cuenta con más incondicionales. Bienvenidos a la era del hip-hop.