Soldados rusos salen de la ciudad de Gori, que ya controla el Ejército georgiano. /AFP
en el puerto estratégico de Poti

EEUU advierte que la nueva operación de castigo de Rusia en Georgia «traerá consecuencias»

Moscú mantiene que sus incursiones en territorio georgiano se limitan a operaciones de "exploración"

TIFLIS Actualizado: Guardar
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Pese al acuerdo de alto el fuego, Rusia ha lanzado una nueva operación de castigo contra Georgia al destruir las instalaciones militares y navales en el principal puerto comercial georgiano, Poti, a orillas del mar Negro. Estados Unidos no se ha quedado impasible y ya ha advertido de las "consecuencias adversas" que esta acción traerá a largo plazo en la relación entre Washington y Moscú.

No sólo Georgia mantiene sus acusaciones contra Rusia por romper su promesa de alto el fuego. También la administración estadounidense ha denunciado el incumplimiento del acuerdo de paz. Moscú, sin embargo, mantiene que sus incursiones en territorio georgiano se limitan a operaciones de "exploración", ya que suspendió hace dos días las acciones militares.

Esas "operaciones" se centran en la ciudad de Poti, a 70 kilómetros de la frontera con la región separatista georgiana de Abjasia y que cuenta con una terminal petrolera. También las tropas rusas están destruyendo los cuarteles y las instalaciones militares en Zugdidi, capital de Georgia occidental. Esta ciudad se encuentra en la carretera que conduce a Abjasia.

Georgia recupera Gori

Lo que ya no controla Moscú es Gori, a 70 kilómetros de la capital, Tiflis. Unidades del Ejército de Georgia han regresado a la ciudad como parte del cese temporal de hostilidades decretado por las partes implicadas en el conflicto.

Se cumple sólo en parte ese acuerdo, una circunstancia que ha llevado a Estados Unidos a lanzar una advertencia a Rusia. El jefe del Pentágono, Robert Gates, ha señalado que la incursión militar "pone en duda el diálogo" con Washington y ha advertido de las "consecuencias adversas" que provocará a largo plazo en la relación con Moscú.

En una comparecencia conjunta, el subjefe del Estado Mayor Conjunto, el general James Cartwright, puntualizaba que "en términos generales" Rusia parece que está cumpliendo con lo pactado. También se ha pronunciado la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice. Antes de viajar a Tiflis, donde se reunirá con el presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, ha exigido a las autoridades rusas que pongan fin "de inmediato" a sus operaciones militares.

Los refugiados comienzan a regresar

Con el débil alto el fuego, los más de 31.000 desplazados que abandonaron Tsjinvali, la capital de la separatista Osetia del Sur, han comenzado a regresar a sus casas. Según fuentes rusas son más de doce mil los que han vuelto en los dos últimos días. La Comisión Europa calcula que el conflicto ha dejado en torno a 150.000 refugiados. Aunque el suministro eléctrico a la población no quedará garantizado hasta dentro de diez días, lo que ya tiene energía son las estructuras logísticas: hornos, centros de transmisiones y órganos de seguridad.

Los desplazados regresan con la esperanza de evitar que sus bienes sean saqueados por los merodeadores que actúan en la zona y contra los que las fuerzas locales aplican las normas para tiempos de guerra. La mayoría de las casas en Tsjinvali quedaron destruidas en varios días de bombardeos, primero georgianos y después rusos, por lo que el Gobierno de Rusia ha prometido reconstruir la ciudad.

En el tercer día tras el fin de las acciones militares, los pequeños comerciantes han vuelto a abrir las puertas de sus establecimientos, donde la población puede encontrar los productos que quedan en sus estanterías desde antes de las acciones militares: medicamentos básicos, soda, té o especias. Los artículos de primera necesidad hace días que se agotaron.

Aliados de Moscú

En Moscú el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha recibido a los líderes separatistas suroseta, Eduard Kokoiti, y abjaso, Serguéi Bagapsh. Ambos han respaldado el plan de arreglo del conflicto presentado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en nombre de la Unión Europea.

Medvédev ha subrayado que Moscú "apoyará cualquier decisión que tomen los pueblos de Osetia del Sur y Abjasia en consonancia con la carta fundacional de la ONU, la Convención Internacional de 1966 y el Acto de Helsinki sobre la seguridad en Europa".

El líder ruso aludía al futuro estatus de Osetia del Sur, que quiere unirse la república rusa de Osetia del Norte, y de Abjasia, que reclama la independencia y no descarta integrarse más adelante en Rusia. "No sólo lo vamos a apoyar, sino que lo vamos a garantizar, tanto en el Cáucaso, como en el resto del mundo", apostillaba.

Mañana Medvédev abordará las perspectivas de arreglo del conflicto en el balneario ruso de Sochi (Mar Negro), donde se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel. En ese encuentro participará también el primer ministro ruso, Vladímir Putin.

Los pasos de Georgia van en otra dirección: el Parlamento ha aprobado por unanimidad la salida del país de la Comunidad de Estados Independientes, organización supranacional compuesta por 11 de las antiguas 15 repúblicas soviéticas y cuya creación firmó la disolución de la Unión Soviética.