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El tumor puede esperar

A Eric Shanteau le diagnosticaron un cáncer de testículos, como a Armstrong, pero prefirió estar en Pekín antes que pasar por quirófano

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Finalizado el sueño olímpico de Eric Shanteau, el norteamericano afronta ahora la carrera más importante de su vida. Tiene cáncer de testículos, la misma enfermedad que atemorizó a Lance Armstrong antes de que destrozara los libros de historia con siete Tours consecutivos, y de inmediato empezará el tratamiento.

De hecho, los médicos le recomendaron que no nadase en Pekín para adelantar el proceso de curación. «Fue una decisión condenadamente difícil, pero sé que no soy tonto, no he puesto en peligro mi vida», explicó el nadador de 24 años, que ha estado permanentemente supervisado en China. Los médicos le comunicaron a Shanteau la pésima noticia el pasado 19 de junio, justo una semana antes de los clasificatorios norteamericanos. «Tienes cáncer», le comentaron con cara de ansiedad. «Vale, pero tengo los 'trials' y voy a correrlos», respondió confiado. Nada podía apartarle de su camino a Pekín. El sueño olímpico por encima de todas las cosas. «Muchos no entienden mi decisión, pero con una operación hubiera estado dos semanas fuera y me tendría que haber olvidado de los Juegos», argumentó Shanteau. El cáncer que tiene es curable y no ha hecho metástasis. Una buena noticia. «Sé que estoy enfermo, pero no me siento así», manifestó. «Venceré el tumor y no él a mí. No voy a ser un prisionero de esta enfermedad, aunque pienso en ello constantemente», confesó el deportista. Su padre Rick también lucha contra el cáncer, pero de pulmón.

Eric Shanteau no es una estrella. Vive a la sombra de los gigantes del equipo estadounidense. De hecho, quedó eliminado en las semifinales de 200 braza. «Todo esto ha valido la pena. Ahora tengo una batalla mucho más importante que lidiar».