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PROVISIONES. Dos jóvenes en una jornada de barbacoas. / L.V.
Ciudadanos

Una movida 'consentida' en la playa de la Victoria

El alcohol ha ido ganando terreno a las barbacoas en la celebración del Trofeo Ramón de Carranza

M. D. G.
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«Para botellón, el que esperamos en las Barbacoas del Trofeo Carranza», explicaban el pasado martes un grupo de jóvenes en la playa de la Victoria mientras se servían sus correspondientes cubatas, como prólogo de la fiesta que se celebrará en ese mismo lugar el próximo sábado. No se equivocan, claro. Estos jóvenes veraneantes eran de Madrid y aseguran que «por supuesto nos quedamos este sábado».

La fama de la ya popular fiesta de las Barbacoas de agosto trasciende las fronteras de la provincia, pero no sólo por su vertiente gastronómica y tradicional, heredada de las barbacoas familiares. También son conocidas, y aveces sobre todo, por haberse convertido en un macrobotellón consentido por las autoridades, aunque en torno a ellas sobrevuele, como cada año, la polémica. ¿Es legal que se celebre un evento de este calibre, según la Ley Antibotellón?

Excepciones

Según el artículo 2 de la norma autonómica (7/2006 de octubre de 2006), la prohibición de beber en la vía pública tiene ciertas excepciones, entre ellas: «La celebración de fiestas y ferias locales (...) manifestaciones de carácter (...) turístico, cultural o análogas». Además, exige que las fiestas «se encuentren reconocidas oficialmente por el Ayuntamiento o hayan sido autorizadas por éste». Las barbacoas tienen la particularidad de ser un evento espontáneo, aunque «controlado» por el Ayuntamiento.

Desde el Equipo de gobierno, de hecho, rechazan reconocerlas y ni si quiera habla de «autorización». Sólo «prevén» que su celebración y toman medidas, explican.