No, gracias
A la vista de los acontecimientos de los últimos seis años, hay que felicitar a los ideólogos e intermediarios del comercio de armas, porque están ganando la partida, día a día. Desde el 11-S cientos de excusas han roto su velo y han aprovechado la oportunidad para hacer su negocio. El comercio de armas, aquel que estaba casi parado, ha redoblado su producción para vender armamento. También para recobrar viejos miedos. Volvemos a una tensión armamentista. Pretenden ahogar nuestras esperanzas de paz para enterrar, tal vez para siempre, un futuro donde la convivencia sea el eje de nuestro día a día. Seguirán siendo carroñeros, no dejarán de ser fanáticos que pretenden manejar a la Humanidad.
Actualizado: GuardarJuan José Salvia. Puerto Real