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Saakashvili y Sarkozy, en la reunión en Tiflis. /AP
guerra en el 'avispero del Cáucaso'

Rusia acepta el plan de paz de la UE pero Georgia pide «detalles legales» y la implicación de la ONU

Rusia no pone objeciones al texto del acuerdo alcanzado en Tiflis, que modifica parcialmente el documento cerrado previamente entre Sarkozy y Medvédev

AGENCIAS |
TIFLISActualizado:

La resolución positivadel conflicto ruso-georgiano por Osetia del Sur y Abjasia parece cada vez más cercano. El presidente francés y de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, anunció anoche en Tiflis que el líder georgiano, Mijaíl Saakashvili, aceptaba el plan consensuado con Moscú de arreglo, aunque con los matices de las precisiones pedidas sobre sus puntos y la petición de un proceso internacional con la implicación de la ONU.

Esta mañana, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha declarado que su país no tiene ninguna objeción al texto del acuerdo de alto el fuego alcanzado en Tiflis, que modifica parcialmente el documento acordado previamente en Moscú.

Las consecuencias positivas de estos acuerdos se han comenzado a notar ya y Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur, ha pasado una noche en calma en la que apenas se han escuchado disparos aislados.

Sin embargo, la tensión entre los dos países se mantiene y Georgia ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una demanda legal contra Rusia por limpieza étnica y le acusa de violar la convención anti discriminación en tres intervenciones realizadas en Osetia del Sur y Abjazia desde 1990 hasta agosto de 2008.

Además, ha denunciado una nueva incursión de blindados rusos en la ciudad de Gori, que han destruido las instalaciones militares de la Brigada de Artillería del Ejército georgiano y han cortado la carretera que une esta ciudad con Tiflis. De esta forma, queda interrumpido el tráfico por carretera entre la capital y toda la parte occidental del país. El mando de las fuerzas de paz rusas en la región separatista ha desmentido que sus tanques hayan entrado en Gori.

El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, ha defendido la necesidad de que se cumpla la "implementación total" del cese de hostilidades en la región antes de contemplar el modo en que lograr un acuerdo político.

Acuerdo con el respaldo de la UE y de EEUU

En una rueda de prensa conjunta con Saakashvili tras las negociaciones, Sarkozy dijo ayer que se habían aprobado "en general los seis principios de alto el fuego y de arreglo del conflicto". El dirigente galo subrayó que con Saakashvili han mantenido "largas conversaciones sobre las condiciones de alto el fuego", durante las que se han comunicado en dos ocasiones con el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

El dirigente georgiano precisó que acepta el acuerdo, aunque "necesitamos detalles legales, resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y una mayor presencia de observadores internacionales sobre el terreno". Sarkozy, a su vez, declaró que Georgia y Rusia deben "iniciar ahora el cumplimiento de los principios acordados", que cuentan con el respaldo de la UE y de EEUU.

Previamente, el líder galo se había reunido con Medvédev, quien le confirmaba la decisión de poner fin a la operación para "imponer la paz" en Georgia y la retirada de tropas, así como su aceptación, con condiciones, al plan de paz presentado para acabar con la guerra en el Cáucaso.

Los seis puntos del plan

El acuerdo cerrado entre Sarkozy y Medvédev estipula la renuncia al uso de la fuerza; el cese definitivo de todas las acciones militares; el libre acceso a la ayuda humanitaria, y el regreso de las Fuerzas Armadas de Georgia a su lugar de emplazamiento habitual. Además, las tropas rusas serán retiradas a la línea que existía antes del estallido del conflicto, aunque podrán tomar medidas de seguridad adicionales hasta la creación de los correspondientes mecanismos internacionales. Asimismo, se dará comienzo a un debate internacional para decidir el futuro estatus de las separatistas Osetia del Sur y Abjasia y determinar la vía de garantizar su seguridad.

Durante la rueda de prensa conjunta, el dirigente galo señaló que la comunidad internacional está interesada en "garantizar la soberanía, integridad territorial y seguridad de Georgia", aunque también ve "completamente normal que Rusia quiera defender los intereses de sus compatriotas en su país y los de los ruso parlantes fuera de sus fronteras". Sarkozy insistió en que el líder ruso le había asegurado que su país "no tiene el propósito" de permanecer en territorio de Georgia.

Le apostillaba Medvédev recalcando que "los pacificadores rusos cumplirán y seguirán cumpliendo sus funciones en el Cáucaso", e insistió en la idea de llevar a los tribunales al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili. "Es extraña la situación cuando un personaje que perpetró miles de asesinatos es considerado terrorista y otro, que hizo lo mismo, es considerado presidente de un Estado soberano elegido legítimamente. El derecho internacional no puede tener un doble rasero".

Reunión extraordinaria de la UE

Sobre el papel que puede jugar en el terreno la UE, Sarkozy fue bastante explícito cuando le preguntaron si los Veintisiete están dispuestos a participar en misiones de paz en la zona. "Estamos listos. Por supuesto", respondió.

De hecho, los ministros de Exteriores de la UE se han reunido hoy de manera extraordinaria en Bruselas para analizar la situación y examinar las opciones para impulsar una solución rápida al conflicto. Además, los ministros europeos también hane studiado las consecuencias humanitarias de los enfrentamientos de los últimos días.

Antes de la reunión, el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha expresado su confianza en que la mediación europea sirva para poner a las dos partes "en torno a una mesa" y para garantizar la "estabilidad y paz" en la región del Cáucaso.

Francia sustituyó a Estados Unidos como autor de la propuesta de resolución para tratar de hacerla más digerible para Rusia, tras el aumento de la tensión en los últimos días entre Moscú y Washington. De hecho, EEUU y sus aliados están evaluando, como castigo por los ataques contra Georgia, impedir la entrada de Rusia en organismos internacionales como la OMC y la OCDE, y excluirla del G8, según fuentes estadounidenses.