Los vecinos de Guadabajaque alertan del «punto negro» que existe en la zona
Aseguran que hay un giro especialmente peligroso para conductores y viandantes Piden al Consistorio que aumente la seguridad vial y acabe el proyecto pendiente
Actualizado:A pesar de tratarse de una urbanización de las más recientes y equipadas de la ciudad, las dificultades parecen multiplicarse para los vecinos de Residencial Golf Guadabajaque, que no terminan de cerrar todas las batallas que mantienen abiertas con el Ayuntamiento. Si el problema de la seguridad pasó afortunadamente a un segundo plano, ahora los esfuerzos de los residentes se centran en acabar con lo que ellos consideran el «punto negro» de la zona.
Se trata del final de la calle Alemania, donde se da un giro de 90 grados a juicio de los vecinos especialmente peligroso, que ya ha sido escenario de algún que otro incidente. «En la calle Alemania van revoleados -explica el presidente de la comunidad de propietarios de la primera fase, José María Ibáñez- y como no tengas cuidado corres el peligro de que se te lleven por delante. Hay que ensanchar el vial o cambiar el sentido, porque un día va a haber una desgracia».
Por ese punto de escasa visibilidad comenzarán a pasar en pocas semanas los autobuses escolares del centro sueco El Sabio, que se cruzarán con otros vehículos que cuentan con un escaso margen de maniobra, algo que preocupa especialmente a los habitantes de Guadabajaque. Por ello, han remitido una carta a Alcaldía con una serie de peticiones urgentes entre las que se encuentra el ensanchamiento de esta vía, además de otras solicitudes relacionadas con la seguridad vial como la instalación de badenes en la citada calle, el repintado de los pasos de cebra, la reposición de la señalización vertical, actualmente derribada, y otras labores de asfaltado y acerado.
«Hay una cantidad de deficiencias enorme. En invierno, para ir a comprar andando tenemos que atravesar un carril que no está asfaltado y cuando llueve se convierte en un barrizal. El acerado tampoco está terminado, y supone un peligro para la seguridad del peatón».
Junto a estas demandas, los vecinos han aprovechado para recordar al Consistorio el proyecto de ajardinamiento, arbolado e instalación de contenedores cuyo comienzo de obras se anunció a mediados de junio, pero que aún no ha sido materializado. Del mismo modo, denuncian que tampoco se ha producido la retirada de los dos vehículos abandonados que llevan meses en la zona, ni la desratización prometida, ya que «efectuada o no, continúa habiendo roedores». En resumidas cuentas, una serie de demandas que esperan sean atendidas lo antes posible y frenen la sensación de abandono que aseguran estar sufriendo.
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