La variante de Arcos espera desde hace un año el proyecto para ampliar la vía hasta Algodonales

El 27 de julio de 2007, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, puso en marcha el último tramo de la Autovía Jerez-Arcos, la A382. En concreto, se trataba del tramo tercero, que es el que bordea la pedanía arcense de Jédula y cuenta con 7,2 kilómetros de longitud. Con él se culminó un proyecto que supuso una inversión total de más de 100 millones de euros. La obra parecía lanzada, se dijo que Cádiz y Málaga estaban a punto de encontrarse a través de la Sierra, pero, un año después, la carretera de alta capacidad se interrumpe en Arcos y no hay proyecto en firme para el resto.

En el lado positivo, el tramo inaugurado por la Junta ha contribuido a cambiar la vida de los pueblos de la Sierra. La primera consecuencia es que los polígonos industriales de los municipios afectados por la vía se han ubicado en parcelas colindantes a la Autovía. Este es el caso del Polígono Industrial de El Peral y su futura ampliación, además del Polígono Industrial Carissa de Espera, a punto de inaugurarse. Además, Jédula contará con un espacio de más de 560.000 metros cuadrados de naves industriales a pie de carretera.

La vía además ha acercado a los vecinos de las comarcas de Jerez y la Bahía, principalmente, a los pueblos blancos, lo que está generando un mayor flujo de visitantes de un solo día. Todo ello, sin las que eran tradicionales caravanas de las travesías de Arcos y Jédula, que ahora se encuentran totalmente fuera del trazado. La travesía arcense fue acondicionada para incluirla en el viario de la localidad y ahora se está haciendo lo mismo con la de Jédula.

Otra de las consecuencias del nuevo trazado se ha mostrado durante la última prueba del Mundial de Motociclismo de Jerez. Ha quedado atrás una travesía de Arcos saturada que soportaba cada año miles de vehículos y que incluso en alguna ocasión sufrió accidentes con víctimas mortales.

Eso, en la parte más positiva. Pero luego están las promesas pendientes: antes de la conclusión de la obra de este tramo, en las elecciones locales de mayo de 2007, el presidente de la Junta de Andalucía se comprometió personalmente a ampliar esta vía hasta Algodonales. Todo ello, dentro de la idea de que la A-382 conecte con Antequera y sirva como eje vertebrador de la comarca serrana.

De inmediato, el estudio informativo para la duplicación de la calzada A-384 entre Arcos y Algodonales salió a licitación el pasado 21 de mayo de 2007 (unos días antes de la cita con las urnas), contando con un presupuesto de 700.000 euros. Finalmente, el estudio se adjudicó a la empresa APIA XXI SA por un importe de 652.000 euros, el pasado 16 de octubre de 2007. Este trabajo tenía por objeto definir las actuaciones para dar continuidad a las obras de duplicación que se ejecutaron entre Jerez y Arcos. La Consejería justificaba el mismo en base a la evolución de los tráficos en la carretera A-384, concretamente entre la conexión con la autovía A-382 y la carretera A-347.

Los trabajos siguen en marcha y la Consejería no ha concretado cuándo se finalizarán. Además, en la información pública que facilitó de la adjudicación no se especificaba el plazo en el que se tenían que concluir, lo que provoca que el proyecto se encuentre pendiente de la finalización de este estudio previo. En el proyecto encargado se analiza un tramo de 48 kilómetros de longitud en el que se quiere implantar una vía de alta capacidad con dos carriles en cada sentido de la marcha, cuyo presupuesto estimado ronda los 170 millones de euros.

Entre las alternativas a estudiar si se desechara esta opción estarían el aprovechamiento del actual corredor de la A-384, bien como plataforma para la nueva vía, bien como vía de servicio para las urbanizaciones existentes o las zonas industriales.

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