La misma cicatriz que un apendicitis
Ante la dificultad para encontrar órganos es cada vez más usual recurrir a familiares que sirvan de receptores. De hecho, en los últimos cinco años la cifra ha llegado a crecer en torno al 10%, según precisó el jefe del servicio de Nefrología del Puerta del Mar, Manuel Rivero. El pasado jueves se realizó el tercer trasplante de riñón con donante vivo en lo que va de año, todo un éxito para lo difícil que supone dar este paso.
Actualizado: GuardarEl cambio en la técnica quirúrgica ha mejorado considerablemente el índice. La operación se realiza a través de una terapia laparoscopica, que consiste en la introducción de cámaras dentro del abdomen que guían al cirujano para la extracción del órgano. Este nuevo sistema facilita la tarea y es mucho más preciso.
El donante permanece hospitalizado entre tres y cuatro días, con una convalecencia posterior de unas dos semanas en lugar de los seis meses que se aconsejaba antes. La incisión es mínima, de unos cinco centímetros, la misma que podría practicarse en un caso habitual de apendicitis. La operación tradicional podía dejar marcas de hasta 20 centímetros y mayores complicaciones al afectar una mayor extensión de tejido abdominal.
El centro gaditano es pionero en este tipo de técnicas, que practica desde el año pasado con muy buenos resultados hasta ahora. En este aspecto, «las mujeres suelen ser más generosas», recalcó el nefrólogo. En la mayoría de los casos las voluntarias no están emparentadas con el paciente genéticamente, sino que suelen ser sus parejas o amigos muy cercanos.