Olímpicos
Primero se propuso el boicot, y ahora se impone el silencio. Sin término medio. Los Juegos Olímpicos no sólo van a ver ejecutado su programa hasta el último detalle, sino que además garantizarán la tranquilidad política del régimen de Hu Jintao. Por decreto del COI y de sus comités nacionales, ningún campeón dirá esta boca es mía cuando suba al pódium, ni en las gradas se colgarán pancartas invocando los derechos humanos. Los Juegos Olímpicos discurrirán plácidamente, sin ningún sobresalto que ponga en evidencia al Gobierno chino.
Actualizado:Tenemos una idea un tanto caballar del deportista: bello animal mítico objeto de culto y a la vez bestia de carga exprimida al máximo en los estadios. A cambio de ganar nuestra veneración debe mostrarse sumiso, respetuoso del orden establecido y abanderado de las causas que nos interesan, no de las que le puedan preocupar a él. Pero el ideal de deportista mudo que deja el cerebro en el vestuario es un ideal rabiosamente político, porque lo que consagra son los intereses de quienes hacen del deporte un arma ideológica.
Ésa es la contradicción encerrada en la Carta Olímpica cuando prohíbe toda clase de manifestaciones políticas, religiosas o raciales. En realidad los límites impuestos por la Carta los establecen los beneficiarios del espectáculo: cadenas de televisión, marcas comerciales y gobiernos con patente de patriotismo. Por eso no estaría mal despolitizar los Juegos, pero no empezando por acallar a unos jugadores.
Uno admitiría de buen grado que a los deportistas se les desaconsejara meterse en política si en justa correspondencia los políticos no se metieran en el deporte. No ocurre así. Basta con ver la nutrida representación de fuerzas vivas que acompaña a la expedición de competidores, pero sobre todo la gigantesca campaña de imagen levantada por el Gobierno chino en torno a los Juegos de Pekín. Aquí todo el mundo quiere colgarse medallas, desde el cirujano Rogge hasta los ministros procesados por el juez Pedraz. Los deportistas sólo son el medio humano que ellos necesitan para alcanzar su objetivo.