El atraco en un banco de Lisboa finaliza con un asaltante muerto y los dos rehenes liberados

La Policía portuguesa ha logrado liberar a los dos rehenes que han permanecido retenidos durante cerca de ocho horas en una sucursal del Banco Espirito Santo en Lisboa y ha abatido a tiros a los dos asaltantes, de los que uno ha resultado muerto y otro herido, en una espectacular operación transmitida en vivo por la televisión.

El canal TVI de la televisión lusa ha informado de que, de acuerdo con la Policía, los dos asaltantes habían sido abatidos, pero este extremo no ha podido ser confirmado. La policía cubrió con una manta negra toda la entrada del banco y situó allí una ambulancia de los servicios de emergencia médica (INEM). Por su parte, el canal de televisión SIC Noticias ha asegurado que uno de los asaltantes estaba "gravemente herido" y el otro resultó muerto en la operación policial.

Primero, los rehenes salieron a la puerta con las manos atadas mientras los asaltantes de origen brasileño apuntaban a sus cabezas y así estuvieron más de 20 minutos hasta que sonaron dos disparos, entonces salieron corriendo y la policía irrumpió en el banco. Eran las 23.23 (hora local) cuando se produjo el desenlace.

Con una pistola apuntando a sus cabezas

Los dos rehenes eran la gerente del banco y otro trabajador de la entidad. La primera en salir a la puerta con las manos atadas fue la mujer, de unos 30 años, y con la pistola en la cabeza durante casi media hora, en un forcejeo constante con sus captores.

Después apareció al lado el otro asaltante, apuntando en la cabeza del bancario secuestrado. Entonces, se produjo una especie de danza macabra transmitida por la televisión, con entradas y salidas del banco por parte de rehenes y asaltantes. Al parecer, los asaltantes exigían que los dejaran llegar a un vehículo estacionado cerca, con las luces intermitentes, situado allí desde que comenzó el asalto, en horas de la tarde.

Los asaltantes, dos jóvenes de entre 20 y 30 años

Según medios lusos, los asaltantes son dos jóvenes de origen brasileño, uno de cerca de 20 años y el otro de unos 30. Los atracadores entraron al banco pasadas las tres de la tarde, cuando ya la oficina estaba cerrada, y las primeras versiones cifraban en tres el número de rehenes. Una hora después del asalto fue liberada una de las rehenes, una mujer de 52 años que sufrió "una crisis de ansiedad", según una fuente del servicio de emergencia médica (INEM).

Otras versiones no confirmadas situaron en seis el número de rehenes, pero se espera que la policía lusa informe acerca de los detalles de estos hechos, aunque no se ha precisado si se emitirá algún comunicado, o se ofrecerá alguna rueda de prensa.