Los parques de la localidad carecen de zonas sombreadas para combatir el calor

La falta de sombra es una de las principales carencias de la mayoría de los parques que se encuentran en la ciudad, sobre todo de aquellos que están destinados al ocio infantil.

Así lo demuestra el parque de El Barrero, pues tiene pocos espacios en el que los visitantes puedan encontran cobijo para refugiarse del calor. Pero este no es el único problema, pues en zonas concretas del parque se pueden encontrar restos de cristales rotos, pintadas de corte obsceno y demasiada suciedad,

Aunque el parque del Oeste parezca uno de los espacios mejor adaptados para el recreo familiar, lo cierto es que difícilmente se encontrarán personas en horario de mañana, ya que las zonas de juegos no tienen ninguna protección para combatir al sol.

En este caso muchas de las fuentes no funcionan o lo hacen de una forma inadecuada para refrescarse, de manera que ofrece una imagen desierta en la mayor parte de las jornadas estivales.

El parque Almirante Laulhé es el único que cuenta con el refugio suficiente como para caminar por él sin ningún tipo de riesgo en los días de intenso calor.