Un hidroavión trabaja en la extinción del fuego de Zaragoza. / EFE
ESPAÑA

Un incendio forestal obliga a cortar durante horas la A-1 en la provincia de Segovia

El fuego de Zuera, en Zaragoza, arrasa 2.000 hectáreas de pino y matorral

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Un incendio forestal obligó a cortar a media tarde de ayer la autovía A-1 (Nacional 1) a su paso por la provincia de Segovia, en las localidades de Cerezo de Abajo y Honrubia de la Cuesta, entre los puntos kilométricos 134 y 140 en sentido Madrid y entre los kilómetros 134 y 136 en el sentido contrario. La Dirección General de Tráfico (DGT) habilitó itinerarios alternativos para los turismos mientras que cortó la circulación para los camiones, según informaron fuentes del centro de control. Tráfico también pidió a los conductores que evitaran esta vía.

Unas 150 personas trabajaban a última hora de la tarde de ayer para combatir el incendio, que fue detectado a las 13.15. La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia activó a las 16.35 el nivel 2 de gravedad, que se establece en los casos en que el fuego está cercano a carreteras nacionales o autonómicas. La Junta decidió la evacuación preventiva de los 111 habitantes de la localidad de Moral de Hornuez, ya que el viento llevaba hacia este pueblo la densa columna de humo del cercano incendio. Al operativo de extinción se incorporaron otros tres helicópteros, de tal manera que nueve aparatos participaban en las tareas de extinción, además de otros cuatro aviones (dos de carga en tierra y dos anfibios).

El incendio de Segovia marcó una jornada negra en los bosques españoles. Más de 2.000 hectáreas de pinares y matorral fueron calcinadas en un fuego desencadenado el martes por un accidente de tráfico ocurrido en los montes que rodean la localidad zaragozana de Zuera. Los efectivos antiincendios continuaron trabajando ayer para sofocar las llamas, contra las que batallaban desde el aire una veintena de aviones y helicópteros y en tierra casi trescientas personas entre operarios de Medio Ambiente, miembros del Ejército y Protección Civil y voluntarios. Con todo, el departamento de Medio Ambiente de Aragón califico de «favorable» la evolución de un siniestro que consideraba «estable».

El de Zuera ha sido el primer gran siniestro de un verano que se había mostrado hasta ahora muy benigno en cuanto a incendios. Pero los expertos advierten que el peligro se mantiene: cuando se registra un mes de julio con pocos siniestros, las estadísticas permiten prever un agosto con más riesgo, en especial si es tan seco como el que anuncian los meteorólogos. Y es que en las tres primeras semanas de julio apenas ardieron 1.600 hectáreas de masa forestal en unos 150 incendios de pequeñas dimensiones, según el Ministerio de Medio Ambiente. Una cifra llamativa si se tiene en cuenta que entre enero y mayo ardieron más de 23.000 hectáreas en más de 3.000 incendios, lo que arroja una media superior a las 4.500 hectáreas mensuales.