Entusiasmados con la villa olímpica

«Espectacular», «fantástica», «magnífica». Así califican los campeones del mundo de baloncesto la Villa Olímpica de Pekín. Los adjetivos se les quedan cortos para definir la que consideran que es la mejor residencia que han conocido en unos Juegos Olímpicos.

La mayoría de los jugadores que aspiran al oro en Pekín disfrutaron de la de Atenas, y tres (Navarro, Jiménez y Garbajosa) incluso también de la de Sidney, pero todos ellos reconocen que la de Pekín es superior, por la grandiosidad y calidad de sus instalaciones y avenidas, por las comodidades que ofrecen habitaciones y lugares comunes, y también por la hospitalidad de los voluntarios chinos.

En Pekín hasta pueden jugar a la pocha con Rafa Nadal, como ya hicieron la noche del martes, porque han coincidido en su edificio.

El transporte oficial dentro del recinto donde viven los deportistas también funciona fenomenal, según destacan los chicos de oro. Sin embargo, también les ha tocado padecer ya la obsesión por la seguridad. En eso, los chinos, a quienes se les acusa de ser «cuadriculados», no perdonan. A su regreso del acto de renovación del acuerdo de la Federación con la firma Li-Ning, el taxi que desplazaba al seleccionador y a tres jugadores a la Villa Olímpica tuvo que dejarles tirados a cientos de metros en uno de los múltiples controles policiales.

Elogios de las 'víctimas'

Aíto, Calderón, Jiménez y Berni Rodríguez se vieron obligados a llegar a su destino a pie después de ¿45 minutos! de camino. Una eternidad, en un ambiente irrespirable, a 31 grados de temperatura, con una humedad cercana al 88%, y sin una brisa de aire. «Venían empapados en sudor, y con el tiempo justo para el entrenamiento».

«La única pega que se puede poner es el trastorno cuando sales fueras y vuelves a acceder», apunta el delegado de España. Antes del desagradable incidente, se habían deshecho en elogios. «Todo es estupendo. Por lo que dicen, se ve que es la mejor Villa Olímpica. Todos están encantados», decía Aíto.

«Es magnífica, mejor que la de Atenas. Todo está perfecto. La organización está muy bien y la gente se vuelca contigo», añadía Calderón, mientras el capitán, Jiménez, apuntaba que «todo está fenomenal» y en esos momentos sólo ponía un pequeño reparo: «Los lógicos nervios por organizarse al llegar». «Espectacular», respondió Berni cuando se le preguntó su opinión. «Es todo muy llamativo, ajetreado, con muchísima gente. Está genial».

Berni se estrena en una cita olímpica, al igual que, aparte del técnico, Ricky Rubio, Raúl López, Alex Mumbrú y Marc Gasol. Sin embargo, en Pekín se mezclan, aunque hay alguna excepción, veteranos y debutantes, distribuidos en dos apartamentos de tres habitaciones cada uno, con las parejas habituales de anteriores campeonatos: Garbajosa-Reyes, Pau-Navarro y Raúl-Mumbrú en uno; y Jiménez-Marc, Rudy-Ricky y Calderón-Berni en otro.