Los restaurantes gaditanos reciben el mayor número de inspecciones de la Junta

Los inspectores adscritos al Servicio Andaluz de Salud (SAS) realizaron más de 1.400 inspecciones en los bares y restaurantes de la provincia durante 2007, tres veces más que en Sevilla, donde se hicieron 569 controles o Granada, con 639. Cádiz es uno de los territorios con mayor número de establecimientos de restauración de la comunidad, algo más del 18% de los bares (7.721) se ubican en la provincia, eminentemente turística.

La Junta realizó un total de 127.810 inspecciones en industrias, bares y comercios de toda Andalucía, de las que 3.958 se practicaron en establecimientos gaditanos, según el balance de actividad del SAS.

Los inspectores detectaron en total 252 alertas sanitarias de productos que no se encontraban en situación óptima para su consumo o bien no habían pasado las verificaciones pertinentes, una cifra escasa para el gran número controles que se llevaron a cabo.

Para realizar esta labor, la Administración sanitaria cuenta con cerca de 900 inspectores, que se encargan del control de las industrias de ámbito alimentario censadas en la comunidad (15.055), así como de los establecimientos minoristas (46.150) y de las empresas que se dedican a la restauración (41.942).

Este cuerpo de inspectores, formado por farmacéuticos y veterinarios, se encarga en estos casos de velar por el cumplimiento de la normativa vigente, la cual recoge tanto las condiciones de higiene básica que debe de reunir cualquier empresa alimentaria, como el control oficial que ha de ejercerse sobre éstas.

Así, entre sus objetivos, se encuentra el de supervisar la situación de los establecimientos y realizar un análisis de riesgo, si bien bajo la premisa de que «son las propias empresas las responsables de implementar sus sistemas de autocontrol», según explicaron fuentes de la Consejería de Salud.

Desde el año pasado las pequeñas y medianas empresas del sector de la alimentación cuentan con una guía práctica en la que se recogen, en lenguaje claro y sencillo, los requisitos que deben cumplir este tipo de establecimientos para llevar a buen término los sistemas de autocontrol.

Se trata de la primera guía de estas características que se edita a nivel nacional. La misma recoge los planes de autocontrol que debe realizar cada empresario, entre ellos, el plan de control del agua apta para el consumo humano o el plan de control de plagas.