La OCU denuncia la «inacción» ante el «inmenso fraude» de los concursos a través de líneas 905
La organización de consumidores recomienda que se evite caer en la tentación de llamar
MADRID Actualizado: GuardarCada vez son más las cadenas de televisión que tienen en sus parrillas concursos que invitan a los espectadores a participar a través de teléfonos que empiezan por 905. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha criticado la "preocupante inacción" de las autoridades ante lo que considera un "inmenso fraude" por parte de estos programas en los que el televidente debe pasar antes por un sorteo que hace "muy improbable la participación".
La OCU ha criticado la falta de respuesta del Instituto Nacional de Consumo (INC) y la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI). En un comunicado, la asociación de consumidores denuncia que estos programas utilizan números 905, destinados a prestar un servicio de "línea de encuesta y tratamiento de llamadas masivas". De esta forma evitan la regulación "más estricta de los 806, a través de los que se deberían ofrecer este tipo de concursos".
Un engaño en busca de más llamadas
La mécanica de estos programas también está en tela de juicio porque, según denuncia la OCU, "resulta compleja, farragosa y de imposible comprensión". Para responder a la pregunta que plantea el presentador del concurso, el espectador debe pasar antes por un sorteo que hace "muy improbable la participación". De esta forma, "el acceso depende no de que se conozca o no la respuesta a la cuestión planteada sino de la suerte y, en consecuencia, del número de llamadas que se haga".
Hay más irreguladades porque estos espacios se suelen anunciar "como programas en directo cuando, por regla general, se accede a una grabación que simplemente anima a volver a llamar, a pesar de que en ese momento el presentador esté negando en pantalla la existencia de llamadas".
Ante este tipo de "fraudes", la OCU recomienda evitar caer en la tentación de llamar y prestar especial atención a los niños, ya que la facilidad de las respuestas constituye un riesgo mayor para que las personas menos formadas puedan hacer un uso inadecuado del teléfono.