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EMPLAZAMIENTO. La finca se encuentra ubicada en la carretera de Arcos. / J. G.
Jerez

La propietaria de una finca jerezana lleva un año y medio sin luz eléctrica

El cortijo perdió el suministro a raíz de las obras de la autovía Jerez-Arcos La falta de luz ha propiciado numerosos robos y el abandono de los inquilinos

A. DOÑA
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Isabel Postigo ha llegado al límite de sus fuerzas, y tras un año y medio de lucha continua ha decidido sacar a la luz la situación que está padeciendo. Esta propietaria tiene una finca situada en la carretera de Arcos, que se quedó sin suministro eléctrico a raíz de las obras ejecutadas en la autovía y que aún no ha sido restablecido por parte de la empresa responsable.

Como ha relatado a este periódico, desde ese momento comenzó a exigir que le solucionaran el problema y todo han sido inconvenientes y pares y nones, que no han hecho sino acrecentar el malestar de la familia afectada. «Cuando ocurrió, investigué quién había sido la empresa responsable y me puse en contacto con la persona indicada. Quería que me lo arreglaran porque no podíamos estar sin luz, pero no han hecho nada. Lo único que hicieron fue colocar un día una torreta para callarme la boca, pero ahí quedó la cosa».

El caso es que este contratiempo ha traído numerosos problemas a la propietaria, empezando por la huida de sus inquilinos, que lógicamente no han querido continuar viviendo en un lugar a oscuras. El guarda de la finca también abandonó su puesto de trabajo por el mismo motivo, a lo que hay que sumar la cantidad de robos que se han sucedido desde entonces, aprovechando la coyuntura.

Según Postigo, los delincuentes se han llevado hasta el momento un motor de pozo, una plancha de barbacoa, varias bombonas de butano, un fregadero, las ventanas y los marcos de aluminio e incluso un cuadro de luz. «Estoy harta de esta situación, y me han causado unos daños que los tendrán que reponer. La línea privada de luz la pusimos aquí hace 26 años y ya por aquel entonces nos costó un millón y medio de pesetas, imagínese lo que costará ahora. Ellos me siguen diciendo que van a venir, pero pasa el tiempo y nada».

Por ello, y tras haber agotado todas las vías de diálogo posible, la perjudicada ha decidido denunciar a la compañía eléctrica en cuestión, y que sea la justicia la que termine de poner fin a un problema que tantos quebraderos de cabeza está suponiendo para toda su familia.