Denuncian la existencia de un enorme «chutadero» en Eduardo Delage
Los vecinos aseguran que el campo de fútbol es aprovechado por toxicómanos Lamentan el deterioro del barrio, que está prácticamente «abandonado»
Actualizado: GuardarLos vecinos de la barriada Eduardo Delage han decidido sumarse a las protestas que hace dos días protagonizaban los residentes de La Asunción, con respecto al «abandono generalizado» que sufre la zona. Sin embargo, las demandas de estos ciudadanos no sólo se limitan a problemas relacionados con la seguridad, sino a carencias de todo tipo que han colocado al barrio al borde de la marginalidad.
Como explicó ayer el presidente de la asociación vecinal, José Luis Alpresa, las promesas municipales en cuanto a infraestructuras y servicios han caído en la nada más absoluta, lo que conlleva que muchos espacios en la actualidad inservibles o en un estado deplorable hayan sido aprovechados por los toxicómanos para utilizarlos como chutaderos. En concreto, la antigua pista de fútbol sala que ahora se encuentra totalmente abandonado se ha convertido en campo abonado para diversas actividades delictivas.
«Hay dos grupos que utilizan esa zona como chutadero -apunta el presidente vecinal- y dejan aquello lleno de porquerías, basuras y botellas. Los niños tampoco pueden entrar en el parque porque lo tienen ocupado, y hay peleas y botellones. Tenemos un problema muy gordo, un día esto nos va a traer una ruina».
En la alameda, uno de los puntos neurálgicos del barrio, hay una serie de columpios que están estropeados y los muros se encuentran totalmente derribados, por lo que el Ayuntamiento se comprometió a reparar los daños el pasado mes de junio. Sin embargo, las obras no se han llegado a realizar y a ello hay que añadirle el hecho de que el centro de barrio que se supone iban a construir, tampoco verá la luz finalmente por problemas de presupuesto.
«Nuestra barriada la tienen totalmente olvidada -lamenta Alpresa- y eso que da al nuevo Palacio de Congresos y a Ikea. Que no le metan mano es para rabiar». De hecho, Eduardo Delage es uno de los puntos privilegiados de Jerez desde donde se divisa ampliamente toda la nueva zona empresarial que está tomando forma en los terrenos de la Nacional IV, por lo que los vecinos entienden aún menos la dejadez municipal ante un enclave que, como recalcan, será en poco tiempo una de las imágenes de la ciudad de cara al exterior más repetida.
Los vecinos tampoco olvidan el compromiso de cercar el centro de salud de La Serrana, para evitar actos vandálicos como los cometidos cuando un grupo de jóvenes quemó un colchón en la puerta y estropearon la instalación de aire acondicionado. Algo parecido ocurrió con el centro cívico Primero de Mayo, que sólo ha sido sometido a una capa de pintura, según Alpresa, sin que nadie se haya molestado en vallarlo, para impedir el intrusismo de los vándalos.
«Yo me he reunido ya con representantes de los dos cuerpos de policía y les he contado lo que hay, pero aquí no viene nadie y cuando lo hacen pasan de largo. Lo que queremos es que se bajen de los coches y por lo menos se queden mirando». En materia de Medio Ambiente, afirma que tampoco están recibiendo el trato mínimo e indispensable que se requiere en estos casos.
En este sentido, hace alusión a una enorme rama desprendida de la copa de un árbol que, tras mucho insistir, fue cortada por los operarios pero sin proceder a retirarla, por lo que sus pedazos todavía se encuentran esparcidos en medio de la calle. Todas estas razones han motivado que la asociación comience a recoger firmas de protesta, esperando que alguien tome cartas en el asunto y su barriada deje de engrosar la lista de las zonas olvidadas de Jerez.
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