«Si llego a la final, será un objetivo de la temporada cumplido»
La jerezana afronta con ilusión una nueva aventura en su carrera deportiva que le llevará en esta ocasión a China, donde competirá en las Olimpiadas de Pekín
Actualizado:Esta semana Mercedes Chilla, especialista en lanzamiento de jabalina, viajará a China para participar en los Juegos Olímpicos de Pekín. Hoy mismo tomará el vuelo hacia el aeropuerto de Barajas para reunirse con sus compañeros de selección y, así, volar hacia la capital del gigante asiático. Es un momento importante para ella ya que estos juegos llegan en la época de madurez de su carrera deportiva.
La joven atleta jerezana posee a sus veintiocho años varios récords de España a lo largo de su carrera deportiva y ha sido seis veces campeona de España absoluta en los años 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008, algo que sin duda la sitúa como una de las mejores atletas de este país.
-Ante todo, felicidades por el oro que consiguió en Tenerife.
-Muchas gracias, aunque el registro no fue nada bueno. Creo que le saqué nueve metros a la segunda y las condiciones no fueron nada buenas. Estuvimos mucho rato para hacer una prueba con diez personas y al final pierdes concentración. Tenías que esperar tu turno y al final se hace un poco pesado y también influye en la marca que realizas.
-Ahora que sabe que va a ir a las Olimpiadas, ¿cuál es la sensación que esto produce?
-Este año no las he tenido todas conmigo porque he tenido las lesiones así que con las Olimpiadas he completado un objetivo más de la temporada. Si no hubiéramos ido la verdad es que sería un poquito chasco, pero al final ha salido bien. Ahora mismo estoy bastante alterada porque tengo que preparar las bolsas y tal. Cuando ya llegue allí sentiré más felicidad que estrés.
-Cuando era más joven, ¿se le pasó por la cabeza que iba a participar en unos Juegos Olímpicos?
-Bueno, yo ya he estado en Atenas, pero antes de eso, cuando era muy pequeña, ir a unas Olimpiadas era para mí una utopía, el sueño de toda atleta y de todo deportista en general.
-¿Cómo ha sido su año de preparación?
-El año de preparación se quedó un poco partido por el tema de la lesión. Ahora ya estoy bien pero aquello fue un parón porque se pierde un mes y medio y había cosas que no podía hacer. Pero al final se ha desarrollado bien, hice la mínima en Barcelona y aparte de este retraso ha sido una temporada bastante completa y mañana entrenaré en Madrid por última vez antes de ir a Pekín.
-¿Con qué nivel cree que se va a encontrar con respecto a las otras atletas extranjeras que competirán en los juegos?
-Todo el mundo puede fallar pero, por ejemplo, Barbora Spotakova es una deportista muy segura técnicamente y además, sus primeros tiros son bastante buenos. Creo que ella está predestinada a conseguir el oro. Es la mejor. Estamos hablando de participantes del resto del mundo y con mucho nivel y la plata y el bronce son las medallas que realmente estarían en juego.
-Entonces, por lo que me dice ¿No confía en subirse a un podio?
-La aspiración de un podio no la considero. Otro año con más tranquilidad y teniendo una temporada entera sin molestias ni lesiones. Ahora mismo, una medalla en una olimpiada, tal y como están las cosas es complicado. Tendría que ser récord de España en la final y tengo que tener los pies en la tierra. Si llego a la final, será un objetivo de la temporada cumplido.
-¿Le acompañará alguien de su familia o amigos para animarle?
-Que va. Aparte de que los viajes están caros, las entradas son muchísimo más caras todavía.
-¿Llevará algún amuleto o algo que crea que le podría dar suerte?
-La verdad es que no. No soy supersticiosa y menos hasta ese punto. Llevaré algunas cosas más por manía que por superstición.
-Aparte de Pekín, repitió experiencia olímpica en Atenas en 2004. ¿Qué es lo que más se le grabó en la memoria de aquel evento?
- De Atenas recuerdo la entrada del estadio. Era muy temprano y recuerdo los aplausos nada más entrar y crecía el ruido del público. Eso era muy impactante, la verdad. También, cuando apagaron la llama olímpica el estadio se vino abajo de la euforia. La experiencia es muy grande como para explicarlo con palabras. Las sensaciones son bestiales.