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PROTESTA. Decenas de sanluqueños se echaron a la calle para pedir justicia por el asesinato. / LA VOZ
Ciudadanos

Un año después del crimen de Chipiona, aún no hay fecha para el juicio al principal imputado

La familia del joven acuchillado celebra hoy una misa en Sanlúcar y pide que metan en prisión a dos jóvenes que pudieron participar en el asesinato

MIGUEL D. GARCÍA
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Hoy se cumple un año del asesinato del joven sanluqueño Manuel Romero Peralta, apuñalado en el pinar de la Villa de Chipiona a plena luz del día tras ser agredido por un grupo de jóvenes. Después de doce meses, los familiares de Manu, (como era conocido), aún exigen que se haga justicia.

Hoy volverán a recordar la memoria del joven, celebrando una misa en la parroquia de San Nicolás de Sanlúcar de Barrameda (a las 19.30 horas). Además de la ceremonia religiosa, los amigos más cercanos celebrarán otro homenaje, aunque en esta ocasión en un acto particular y privado, en el que «recordar los buenos momentos que pasaron con él, que fueron muchos», aseguraba hace unos días la madre del fallecido, Beatriz Peralta, quien reconocía recientemente que sigue destrozada. «Todavía tenemos el miedo metido en el cuerpo». Al dolor por la pérdida de su hijo se suma la sensación de impotencia al «pensar que los asesinos siguen en la calle».

Un único detenido

Aunque el supuesto autor del crimen, Manuel C. D., alias El Patas, nunca ha negado haber sido la persona que le asestó las puñaladas al finado, aún no se ha fijado fecha para el juicio con jurado popular. A sus 21 años, este joven de Dos Hermanas (conocido delincuente habitual) es por ahora el único imputado que sigue preso en la cárcel de Sevilla desde hace un año (ya que fue detenido un día después del crimen). Según la instrucción, mató a navajazos a Manu por un absurdo motivo: una burla por la camisa que el fallecido vestía.

Además de él, será juzgada la que por entonces era su pareja sentimental: una chica conocida como la Chuche, aunque en su caso por un delito de encubrimiento, ya que lo acompañó en la huida hacia Sevilla. Y existe un tercer imputado, otro joven sevillano, que fue interrogado por ser un supuesto cómplice de El Patas.

El tiempo no ha logrado curar las heridas de la familia y amigos de Manuel, que siguen defendiendo que en la muerte de Manu participaron más de una persona. Esta tesis pareció corroborarse tras la detención de uno de los amigos que acompañaron a El Patas aquella noche a la fiesta pastillera. Este segundo sospechoso llegó a ser detenido el pasado mes de febrero, tras ser declarado en busca y captura por la jueza que instruye el caso. Sin embargo, aunque está imputado, fue puesto en libertad con cargos al negarse a declarar.

La familia cree firmemente que además de este tal Iván hubo un tercer implicado que también habría participado directamente en el asesinato. Durante este tiempo han llegado a recabar nuevos testigos del crimen que podrían reconocerlo en una nueva rueda de reconocimiento, que los allegados de Manu esperan que se celebre pronto.

Amigos y la familia del joven fallecido organizaron una plataforma a los pocos meses del asesinato para exigir la encarcelación de todos los imputados. Durante meses han movilizado al pueblo de Sanlúcar para impedir que el asesinato no quede impune. Para ello se han reunido los días cinco de cada mes ante el palacio de justicia de Sanlúcar, donde se instruyen las diligencias, para expresar su dolor e indignación. Esta cita ha dejado de celebrarse sólo en los últimos meses, cuando la presión psicológica se volvió demasiado intensa.

Un año después de la muerte de Manu, el pinar de la Villa ha vuelto a ser este fin de semana lugar de marcha para miles de jóvenes, muchos de ellos atraídos por un cercano festival de música electrónica que se celebraba en un camping. El pasado año, los agresores de Manu también acudieron a un fiesta pastillera. Para evitar altercados, el pinar ha sido vigilado por Policía Local y Guardia Civil.

mgarcia@lavozdigital.es