SÓLIDO. Javier Barral asegura que la industria naval aún tiene mucho futuro. / NURIA REINA
Ciudadanos

Una travesía asegurada

En plena época de crisis económica, la industria naval auxiliar de la Bahía presenta unas cuentas envidiables y grandes expectativas

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«A nosotros nos va bien. Aquí no hay crisis». El que habla no es un ciudadano de Marte sentado junto a una charca. No, el que habla es Javier Barral, el gerente de Fabricación y Servicios Fase SL, una empresa gaditana dedicada a la industria naval que tiene carga de trabajo garantizada para tres años más y que se siente a salvo de los vaivenes de la economía mundial. Y ya que de agua se ha hablado mucho esta semana, ahí va otra predicción: «El sector naval nunca tendrá problemas mientras sigan siendo necesarios los barcos. Es decir, que aún tenemos mucho futuro».

Fase SL nació en 2004 de la mano de dos especialistas en el sector de la industria auxiliar naval de la Bahía, el propio Barral e Ismael Pascual. En el caso del primero, ahora gerente de la firma, acarreaba 15 años de experiencia, muchos de ellos como jefe de obra. De aquel prolongado contacto con el mundo de los astilleros nació la oportunidad de edificar una sociedad propia, avalada por el conocimiento profundo de «unas oportunidades que estaban ahí y que abría la puerta a establecernos como empresa».

En apenas cuatro años esas previsiones se han confirmado. Había opción de negocio. Hoy en día, da trabajo a 130 personas en media Bahía, como Cádiz, Puerto Real, San Fernando y Rota; pero también en Sevilla, Gijón, Santander y Sestao. Básicamente, los grandes socios de Fase son Navantia y la red de astilleros privados. Y los encargos abarcan tanto el ámbito militar (que precisamente ahora vive unos años dorados por los proyectos encadenados del Ministerio de Defensa) como civiles. Entre uno y otro, y de igual forma en labores de construcción como de mantenimiento, Javier Barral asevera que hay empleo asegurado hasta el año 2011. De aquí a entonces, claro, «tendremos más posibilidades de ir ampliando la cartera», destaca este gaditano.

Sin embargo, la prudencia marca los pasos de Fase SL. «Nuestro objetivo de crecimiento económico es consolidarnos con el nivel actual de trabajo y, una vez conseguido esto, seguiremos pensando en cotas más ambiciosas», señala desde su condición de gerente, y por lo tanto, señor de los números.

La pregunta que surge ante toda esta paz en tiempos de crisis es si no podrían beneficiarse más trabajadores de ello. «El sector naval gaditano es muy sólido y tiene un gran recorrido por delante. Lo que ocurre es que se trata de un ámbito muy especializado y eso cuesta dinero y una verdadera apuesta por parte de las administraciones», conviene Barral.

El consejo pasa de ser llamativo a tener buena pinta cuando este emprendedor recuerda que el convenio del sector en la provincia es de los mejores del país, «porque el especialista gaditano está muy cotizado». No en vano, la mitad de la plantilla de Fase que trabaja lejos de Cádiz es natural de aquí. «Estamos hablando de un sector que no sólo te garantiza una estabilidad, sino que lo hace con un nivel adquisitivo por encima de la media nacional», apunta.

¿Y por qué la formación no se vuelca con ello? Barral detecta un problema de eficacia en el sector formativo. «La teoría y la práctica no terminan de casar como debiera. Se tendría que dejar en manos de las empresas la enseñanza práctica, porque sólo en el astillero real se aprende», considera. La seguridad de sus argumentos es equivalente a la de un sector que «llegó a esta Bahía hace siglos y que aún continúa a un gran nivel de desarrollo». Porque si el agua continúa necesitando barcos, se requiere quien los construya.

amedina@lavozdigital.es