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Ciudadanos de Mogadiscio auxilian a una de las víctimas. /REUTERS
todas o casi todas eran mujeres

Una bomba escondida entre la basura acaba con la vida de la menos dieciséis personas en Mogadiscio

El artefacto ha explotado en la capital somalí y aunque nadie ha reivindicado los hechos las autoridades se lo atribuyen a los radicales islámicos de Alshabab

EFE |
MOGADISCIOActualizado:

La maltrecha Somalia no gana para disgustos, y una bomba oculta entre unos desperdicios ha segado la vida de un mínimo de 16 personas, todas o casi todas mujeres, además de herir a otras 40, la mayor parte más mujeres y niños en estado grave, según fuentes hospitalarias. Se da la circunstancia de que las féminas se hallaban limpiando los alrededores de la ciudad de Mogadiscio, capital del país.

La explosión ha tenido lugar en la carretera de Dakba, por la que circulan diariamente las fuerzas etíopes y de la Unión Africana que están desplegadas en la capital somalí. Ninguna agrupación ha reclamado la autoría del atentado, aunque el portavoz de la policía del Gobierno provisional de Somalia, el coronel Abdulahi Hassan Barrise, ya ha acusado a los radicales islámicos de Alshabab de ser los causantes de la matanza.

Barrise ha sido claro: "Esto es un acto terrorista, y detrás de él está Alshabab". El motivo, según el portavoz, es que "quieren aterrorizar a las mujeres para que no vayan a recoger la basura, y así ellos pueden utilizar los desperdicios para esconder las bombas". Una explosión similar mató hace 48 horas a un soldado de las fuerzas de paz de la UA de Uganda que estaba buscando minas antipersonales en la carretera que lleva al aeropuerto.

17 años sin auténtico gobierno

Somalia vive en un estado de anarquía y carece de un gobierno eficiente desde que el dictador Mohamed Siad Barré fuera derrocado en 1991. En 2006, el Gobierno provisional de Somalia pidió la ayuda de las tropas etíopes cuando los Tribunales Islámicos, una milicia islamista, se hicieron con el control de buena parte del país.

Varias agrupaciones pro derechos humanos han informado de que el pasado año, al menos 6.000 personas murieron y cientos de miles se vieron forzadas a huir como resultado de los enfrentamientos entre el Gobierno provisional y los Tribunales Islámicos.

Además, la falta de control de Somalia y sus costas ha derivado en la proliferación de piratas en pleno siglo XXI, como los que durante siete días mantuvieron secuestrados a los marineros del atunero español 'Playa de Bakio' el pasado abril.

Aunque el pasado 9 de junio ambas partes firmaron un acuerdo de paz, los atentados no han cesado puesto que Alshabab, la facción más radical de los islamistas, proclama que no abandonará la lucha armada hasta que las tropas etíopes salgan de Somalia.