De Juana Chaos da su apoyo a los presos de ETA nada más abandonar la cárcel

Iñaki de Juana Chaos dio ayer su apoyo público a los presos de ETA y denunció el «estado de excepción» al que Francia y España tienen sometido al «independentismo vasco» sólo siete horas después de abandonar la prisión madrileña de Aranjuez con todas sus condenas cumplidas.

El ex jefe del sanguinario 'comando Madrid', que atravesó la puerta de la cárcel madrileña poco antes de las siete y media de la mañana, no acudió al homenaje que el movimiento Pro-amnistía le tenía preparado en San Sebastián por «motivos de seguridad» y para evitar «el circo mediático» al que se considera sometido.

El etarra, en una carta remitida a los varios centenares de radicales concentrados en la calle Juan de Bilbao, aseguró que su «corazón» está con ellos, pero que ha preferido ocultarse con su familia «durante un tiempo» para recuperarse de sus 17 días de huelga de hambre y sustraerse a la «presión» de los medios de comunicación.

El comunicado, cuya lectura terminó con una gran ovación y con gritos de apoyo a ETA, aclaró que la intención del terrorista es «aterrizar poco a poco» en su nueva vida, tras 21 años y medio encarcelado por sus 25 asesinatos y amenazas a funcionarios. De Juana, que no apareció por el número 1 de la donostiarra avenida Carlos I en la que tiene previsto residir, tuvo un recuerdo especial para su compañero de comando Esteban Esteban Nieto, fallecido en 1999 y condenado por 21 asesinatos.

La carta fue leída por una mujer en un trozo de la calle cortada por dos pancartas de apoyo a los presos etarras. El improvisado escenario tuvo como única decoración dos carteles en euskera con el logotipo de Gestoras que daban la bienvenida a De Juana. Los concentrados, que impidieron el paso a los periodistas, se disolvieron sin incidentes en pocos minutos.

La única imagen de De Juana en libertad se logró a las 7.26 horas, cuando el etarra abandonó de la mano de su esposa, Irati Aranzabal, la prisión de Aranjuez, precedido por sus abogados, Álvaro Reizabal y Jone Goirizelaia, que portaban las maletas. Decenas de fotógrafos y cámaras, que llevaban toda la noche de guardia, retrataron los escasos segundos que tardó en subir a la parte trasera del todoterreno que, conducido por Reizabal, arrancó de inmediato en dirección al norte de España.

Pese a los 17 días de ayuno, De Juana no mostraba deterioro físico. Atravesó los escasos diez metros que separaban el control de acceso de la cárcel del coche en silencio, con cara de circunstancia y sin apenas mirar a las cámaras. Las primeras muestras de alegría, incluida una sonrisa irónica dirigida a los informadores, se pudieron ver cuando el matrimonio ya estaba en el coche. La única noticia sobre el estado del terrorista la dio la Goirizelaia, que dijo que se estaba «bien», aunque «un poco bajo» por la huelga de hambre.

La excarcelación se desarrolló sin incidentes y casi en la intimidad. Se produjo una hora antes de que la entrada de la prisión se llenase con los familiares que visitan a los reclusos los sábados. La Guardia Civil y los responsables de la cárcel, como medida de precaución, apostaron desde las cinco de mañana a varias decenas de agentes ante el centro penitenciario y en las vías de acceso.

Accesos bloqueados

El autobús y los coches del movimiento de apoyo a los presos de ETA que intentaron recibir a De Juana en la puerta de la prisión fueron bloqueados en los controles policiales sin lograr su objetivo, según la propia Askatasuna, y no hubo noticias de que manifestantes de ultraderecha pretendiesen acceder a la zona, pese a las amenazas expresadas días antes.

Mientras el terrorista viajaba al norte, varias organizaciones de víctimas del terrorismo celebraron actos en Madrid y Barcelona para mostrar su repulsa y asco por la excarcelación, y exigir un endurecimiento de las leyes contra ETA, incluida la cadena perpetua.

El más numeroso fue en la madrileña plaza de República Dominicana, donde el comando dirigido por De Juana asesinó en 1986 con un coche bomba a doce guardias civiles e hirió a un centenar de personas. Convocados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), doscientas personas hicieron una ofrenda floral ante el monumento que recuerda a las víctimas y gritaron eslóganes como 'Zapatero dimisión' o 'De Juana y ZP, la misma mierda es'. El presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero, dijo a los congregados y a varios dirigentes del PP, presentes en el acto, que «hoy se podía haber hecho algo más» para evitar la liberación del terrorista, que gracias a las redenciones previstas en la ley sólo cumplió 21 años de los más de 3.000 a que fue condenado.

En San Sebastián, cincuenta personas convocadas por Dignidad y Justicia (DyJ) colocaron flores ante el monolito que recuerda a las víctimas de ETA, en los jardines de Alderdi Eder. Sonsoles Arroyo, vicepresidenta de DyJ, junto a banderas españolas con crespón negro, dijo a De Juana y a Cándido Aspiazu, otro etarra excarcelado, «sois escoria».