Julio concluye con 228 muertos en las carreteras, 42 menos que el año pasado

La campaña de verano de tráfico sobrepasó el ecuador con un importante descenso de la mortalidad en la carretera. El mes de julio, tradicionalmente más siniestro junto al de agosto, concluyó con 228 fallecidos, 42 menos que hace un año, lo que supone una caída del 15%. Según informó este viernes la Dirección General de Tráfico (DGT), la cifra viene a confirmar la tendencia a la baja de las víctimas mortales desde que se implantó el carné por puntos (julio de 2006) y, de forma más reciente, la reforma del Código Penal que tipifica como delitos el exceso de velocidad y las altas alcoholemias.

Los 200 accidentes mortales registrados el pasado mes dejaron, además, menos heridos que el pasado año. Así, la DGT computó 91 heridos graves y 96 leves mientras que en julio de 2007 fueron 118 graves y 103 leves. Otro dato destacado fue la caída de la mortalidad entre los motoristas, con una disminución anual cercana al 29%, al pasar de 52 a 37 fallecidos. No obstante, es la cifra más alta de los últimos nueve meses y un 32% superior a la de julio de hace cinco años.

Diferencia anual

Con los 228 muertos del pasado mes, en lo que va de año ya han perdido la vida en la carretera 1.281 personas en 1.126 accidentes mortales, mientras que en las mismas fechas del pasado año había fallecido 1.398 en 1.568 siniestros con resultado de muerte. Esta diferencia anual supone 287 víctimas menos (un 18,3%), según datos de Tráfico .

Detrás de los accidentes veraniegos suelen darse varios componentes comunes: carreteras secundarias, distancias cortas, velocidad, salidas de vía, noche y alcohol. Eso explica el llamamiento a los conductores jóvenes realizado el pasado martes por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que dio cuenta de la tragedia que cada verano se lleva por delante a decenas de adolescentes que combinan esta «mezcla explosiva».

En lo que respecta a la segunda jornada de la operación salida, a última hora del viernes los principales problemas de circulación se concentraron en carreteras costeras de Valencia y Andalucía.