«Es muy duro cuando hay que salir adelante sin apoyo»
José García, vicepresidente de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales, cuenta el día a día con una hija esquizofrénica
Actualizado: GuardarLas unidades de salud mental, las consultas de psiquiatra, las actividades en el centro ocupacional. Todo es temporal y por poco tiempo. El verdadero trabajo lo hacen las familias. Las asociaciones de enfermos mentales, de poca vida la mayoría, luchan día a día para conseguir más dispositivos y una mejora del sistema. José García es uno de los muchos padres gaditanos que duermen con un ojo abierto por si hay que salir de urgencias. Día y noche se dedica a cuidar a su hija, enferma de esquizofrenia y la niña de sus ojos.
«Cuando toma la medicación es una chica normal, con sus sueños y sus ganas de trabajar, de conocer gente», dice José, que además ha asumido la papeleta de ser vicepresidente de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales (Afemen) de la provincia. Reside en Jerez, pero conoce el problema de muchos hogares que conviven con este tipo de pacientes. «Cuando nos dijeron el diagnóstico no sabíamos qué hacer ni a qué recurrir», recuerda, ya no había psiquiátricos, afortunadamente, pero «¿dónde acudes?». José empezó como muchos por la vía privada, pero tampoco tuvo buenos resultados, asegura. «En general había mucho desconocimiento».
Cuatro años después enviudó y tuvo que hacerse cargo de su familia. Si no querías problemas, ahí tienes dos tazas. «Es muy duro cuando no cuentas con el apoyo suficiente, pero te haces más fuerte», dice José, que se siente defraudado con el sistema público. «Creo que hay que darle un toque de atención a las administraciones para que se impliquen más. Pediría un mayor refuerzo de los dispositivos, sobre todo de comunidades terapéuticas y unidades de agudos para que la atención sea mejor», recalca el portavoz de Afemen.
Como vicepresidente de la asociación exige más dinero y mejores condiciones. También como padre espera que con un refuerzo de las herramientas para acabar con el problema del rechazo a estos enfermos. «Lo sufres todo con ellos, cuando están mal, cuando ves que no los aceptan, cuando no encuentran un empleo».
«Los enfermos mentales no son malas personas ni delincuentes, muchas veces las situaciones que viven los llevan a ese tipo de situaciones. Tenemos que ayudarlos», insiste José, que dice aún confiar en una mejora de la sanidad pública.