Una iniciativa exitosa en Europa
Actualizado: Guardardemás de Barcelona, donde la medida está en vigor desde 2007, otras ciudades europeas como Londres, Viena, Berlín o París han apostado por el límite de 80 km/h en sus accesos, consiguiendo reducir muy significativamente las emisiones de gases, el consumo de combustible, el ruido, el volumen de tráfico y el nivel de accidentes. En Graz (Austria), el límite se redujo hasta los 30 km/h dentro de la ciudad, ayudando a disminuir la contaminación.