Una ronda gala con mucho protagonismo español
A pesar de sólo tener dos escuadras en competición, los ciclistas españoles han brillado con luz propia en Francia Sastre y Freire, protagonistas en París, en equipos foráneos
Actualizado: GuardarSi somos justos, habría que decir que los últimos tres años han resultado espectaculares. Ganar el Tour no es algo que se consiga todos los días y nos estamos habituando a él. El maillot amarillo de Carlos Sastre lo tapa todo, por supuesto, pero es que también se ha conseguido otro maillot, el verde de la regularidad, que ha logrado un Óscar Freire al que el único color que verdaderamente le gusta es el arco iris.
Ha pasado un poco desapercibido por el brillo del amarillo, pero es un logro histórico puesto que es la primera vez que se consigue para España.
Samuel Sánchez, que volvía al Tour después de cinco años de ausencia, ha sido séptimo en la general, mientras que Alejandro Valverde ha finalizado noveno.
Sánchez ha quitado en cierta medida el miedo que podía tener al Tour. Basta con ver su actuación. Por su parte el corredor murciano, que lleva una temporada soberbia, fue el primer líder del Tour, al ganar en Plumelec. Estuvo dos días. Es complicado decir si Valverde puede con un Tour de Francia. Lo que no deja duda es de la calidad que tiene como ciclista y de lo rentable que es publicitariamente.
Se han conseguido cuatro etapas, con Valverde, Luis León Sánchez, Óscar Freire y Carlos Sastre. En la general de la montaña, Carlos Sastre ha sido segundo, por detrás del intratable austriaco Bernhard Kohl. En la general por equipos Euskaltel ha terminado en cuarta posición, lo que demuestra su regularidad. El balance no puede ser más positivo teniendo en cuenta que no estaba el ganador del año pasado, el madrileño Alberto Contador.
El Tour es la última de las conquistas de un ciclismo que esta misma temporada se está saliendo. Alberto Contador ganaba el Giro de Italia. Valverde se había impuesto en el Dauphiné Liberé en la Lieja-Bastogne-Lieja y en la Vuelta a Murcia. Óscar Freire ha ganado la Gante-Welvelgen. Contador venció en la Castilla y León y la prestigiosa Vuelta al País Vasco. Pablo Lastras hizo lo propio en la Vuelta a Andalucía. Y así podríamos seguir con multitud de victorias menores. Un año que todavía no ha terminado, pero que podría resultar espectacular si algún corredor español gana la Vuelta a España, el Mundial o los Juegos de Pekín.
Futuro borroso
No deja de resultar paradójico que un deporte que ahora mismo tiene sólo dos equipos en la máxima categoría del ciclismo mundial, o lo que queda de ella, el Caisse d' Epargne y Euskaltel, tenga tantos vencedores.
El caso de Saunier Duval o Scott-American Beef dará todavía muchas vueltas. Lo que no se sabe es en que sentido. Habían ganado tres etapas, dos de ellas con Riccardo Riccó, que han perdido por el positivo del corredor italiano, y otra con Leonardo Piepoli, que es válida puesto que nadie ha dicho que tenga algún problema, a pesar de todo lo que se ha escrito sobre el asunto.
Lo que ha perdido el ciclismo español es la base que tenía.
Vivimos momentos de glorias, pero si se observa los corredores jóvenes que hay se ve que ha disminuido la cantidad, por no decir que muchos no van a tener donde correr. Y a pesar de esa pujanza, cada vez les resulta más complicado a los mánagers colocar ciclistas españoles en equipos de otros paises. En cuanto oyen la nacionalidad, huyen.
Freire no se lo esperaba
Óscar Freire ya tiene otro color más en su colección de maillots. A los tres arco iris que acumula, como campeón del mundo, se ha unido el verde del Tour de Francia, o lo que es lo mismo, el maillot de la regularidad, el que diferencia al corredor que más se ha distinguido por no tener grandes altibajos en las llegadas.
«Cuando comencé en el Tour, ni siquiera pensaba en el maillot verde. En el equipo había otras preocupaciones y yo buscaba una etapa. Luego, según fueron pasando los días me vi metido en esa clasificación, sobre todo después de los Pirineos, y me centré en ella. Claro que me ha hecho ilusión ganarla. Estoy contento, pero nada especial», comentó el corredor cántabro, que luce con el color de su tierra, el verde de los prados de su tierra.
Freire ha ganado con una cierta holgura esa clasificación puesto que se ha impuesto e Erik Zabel, precisamente el gran dominador del maillot verde durante muchos años, y de Thor Hushovd. El primer vencedor de esa clasificación fue el suizo Schaer, en 1953. Le siguió otro suizo, Kübler. Los grandes dominadores de esa clasificación han sido los belgas, que han sumado diecisiete victorias. Francia la ha ganado en nueve ocasiones.
El único corredor de su equipo que le ha ayudado ha sido Flecha, hasta donde ha podido. Dice que empezó a preocuparse por el maillot verde «cuando lo puse por primera vez. Antes ni me había preocupado de él». Freire tiene por delante la Clásica de San Sebastián, antes de correr en los Juegos. Luego correrá la Vuelta a España pensando en los Campeonatos del Mundo de Varese, en la posibilidad de lograr un cuarto título mundial. España tiene un ciclismo envidiable.